viernes, 19 de marzo de 2010
EL CONTRATO ALEMÁN
El Gobierno de Canarias lanza una propuesta a la sociedad isleña, basada en el famoso plan que ya se ejecuta en algunos lugares de Europa. El llamado popularmente contrato alemán.
Las Palmas de GC, 19 de marzo de 2010 | Opinión | Amado Quintana Afonso (*)
El contrato Alemán denominado “Kurzarbeit” (jornadas breves de trabajo), consiste en un programa de reducción de las horas de trabajo, muy parecidos a los procedimientos de regulación de empleo, los cuales se vienen practicando en Canarias, ya hace algún tiempo.
BASICAMENTE consiste en que una empresa, en vez de despedir a un grupo de trabajadores, acepta mantenerlos en plantilla a cambio de una reducción del salario y de su jornada de trabajo. Obviamente esto repercutiría e una disminución del poder adquisitivo del trabajador, pero para que la pérdida de ingresos no sea elevada para el trabajador, una parte de la reducción del salario (un 60 % en el caso alemán, que llega al 67% si el trabajador tiene cargas familiares) es sufragada por los contribuyentes, puesto que la misma irá a cargo de los presupuestos de la comunidad autónoma de Canarias.
Un ejemplo en términos monetarios lo podemos exponer de la siguiente manera:
Un trabajador en su tiempo completo, es decir por horas mensuales, gana 1.500 euros brutos, durante la época de jornada reducida de trabajo tiene que trabajar solamente 40 % de las horas acostumbradas. Por lo que el empresario sólo abonará ese 40 % de salario, en nuestro ejemplo sería alrededor de unos 600 euros, de los cuales netos le quedarían al trabajador unos 497 y el gobierno canario abonará un tanto por ciento, que todavía no ha sido desvelado por la administración pero que podría oscilar sobre el 60 -67 %, si se toman los ratios empleados por el Gobierno Alemán tal y como se expuso anteriormente, por lo que la aportación que recibiría el trabajador estaría dentro del intervalo de los 973 – 1000 - Euros mensuales, dependiendo del porcentaje aplicado.
Una cuestión importante por la que se decidió aplicar este tipo de modalidad contractual en algunos lugares de Europa como son Alemania, Austria, Bélgica, Francia o Italia, es por la caída puntual de demanda de los productos de la empresa, pero como se trata de una situación que se prevé como pasajera a estas empresas, no les sería rentable deshacerse de los trabajadores cualificados, dado que si se optase por el despido la nueva contratación de personal no cualificado supondría unos costes muy elevados para la empresa, no sólo por su formación, sino por el tiempo que tendrían que dedicar para ello, además de la experiencia práctica adquirida que disminuye el tiempo de ejecución de la tarea encomendada.
Pero en la economía Canaria existen otro tipo de factores que nos indican que este tipo de contratos no son del todo pragmáticos, dado que si observamos, los datos que nos reporta el INE, para esta comunidad nos sitúa en una tasa de desempleados que sitúan en unos aproximadamente 258.000 trabajadores, estando esta cantidad de trabajadores ubicada en la pirámide poblacional en la franja de los 25 a 45 años, siendo los sectores de construcción y servicios los más afectados por la crisis.
Al igual que sucede en el resto de los países europeos afectados, los empresarios de la Comunidad Autónoma no se van a deshacer de la mano de obra cualificada, ya sea parcialmente (como oferta nuestro ejecutivo Canario) ni totalmente.
Está a la vista de todos la siguiente pregunta; ¿Cómo se sabrá con certeza que una empresa se encuentre en verdaderos problemas para plantearse este tipo de modalidad contractual?
La medida que lanza este Gobierno es bastante alocada, dado que no ha explicado detenidamente a la sociedad canaria como se va a estudiar a las empresas para que se puedan acoger a este tipo de modalidad. No ha elaborado un concienzudo estudio en cuáles son los cursos a impartir, en que vamos a formar a esos trabajadores “parciales” cuáles son las necesidades reales de nuestros empresarios.
Como todo lo de nuestra sociedad lo veo a destiempo con muchas lagunas, no sólo por su aplicación, sino por su falta de rigurosidad. La realidad de nuestra sociedad es otra, necesitamos tener expertos trabajadores dedicados al servicio, a un servicio que ofertamos en nuestra planta hotelera, tenemos un grueso importarte de parados en este sector, que debemos formarlos para poder competir con países dónde la oferta turística sea más atractiva. Otro grueso importante de personas más jóvenes lo encontramos en el sector de construcción, ahí tenemos que acudir, en este sector, tenemos que esforzarnos en poner las bases necesarias para poder reconstruir los puestos de trabajo.
Nuestro Ejecutivo tiene que sentar las bases de cual va hacer nuestro crecimiento económico, a dónde va a dirigir nuestra sociedad, no ha aportado un exhaustivo plan dirigido a conocer las demandas de nuestra región, nuestra singular situación, nuestras capacidades.
Sólo espero que este tipo de contrato frene los despidos, pero que lo haga dentro de una severa vigilancia a las empresas, que no se obliguen a los trabajadores acogidos a esta modalidad a realizar horas extras, o se convierta en una simple “argucia” de algún empresario apuntado al carro de la picaresca, para aprovecharse de la situación laboral existente en nuestra sociedad.
(*) Amado Quintana Afonso es diplomado en Relaciones Laborales actualmente estudia 3º de la Licenciatura de Derecho en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
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1 comentario:
Desde nuestra optica moderna, podemos analizar este tipo de contrato como una manera de frenar los despidos, pero las interpretaciones realizadas sobres los problemas que pueden aparecer nos hace reflexionar sobre la durabilidad de estos contratos.
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