San Bartolomé de Tirajana, 4 de marzo de 2010 |Gabinete de Prensa municipal.
Un pedregal donde antes había arena, hamacas apiladas por falta de sitio donde colocarlas, kioskos cerrados y trasladados de lugar… En definitiva, un litoral irreconocible es lo que la alcaldesa de San Bartolomé de Tirajana, María del Pino Torres, ha encontrado en la playa de Maspalomas durante el recorrido que realizó en la mañana de hoy con el concejal delegado de Playas, Jerónimo Guedes, y técnicos del área.
Durante la visita, el concejal mostró a Torres los trabajos que se han realizado colocando 600 toneladas de piedras de gran tamaño en el frente costero a la altura del centro comercial Oasis, para crear una rompeolas que amortigüe la fuerza del oleaje, y evitar que se produzcan destrozos en los cimientos del centro comercial y en los locales.
A pie de la ahora empedrada playa, frente a la Chara de Maspalomas, acordaron con responsables del Cabildo tomar medidas con respecto a un antiguo pozo de cemento de más de dos metros de profundidad, que hace cuarenta años se creó para acceder a las llaves de paso de unas tuberías que conectaban la Charca con el mar. El temporal ha desenterrado este pozo y la subida de la marea ha llenado de agua, convirtiéndose en un potencial peligro, por lo que se baraja la posibilidad de rellenarlo con piedras o bien destruirlo.
La primera edil mostró su preocupación por la situación de los kioskos de las playas que han tenido que suspender su actividad debido a que la desaparición de la arena los dejó a merced del mar, con lo que han tenido que ser desplazados temporalmente al pie de las dunas.
En cuanto a la Charca de Maspalomas, hoy culminaron los trabajos de cierre puesto que ya apenas corre agua por el barranco que en ella desemboca.
Una de las consecuencias más llamativas de los últimos temporales ha sido la transformación de la Punta de Maspalomas, que se ha convertido en una gran extensión de más de 400 metros de arena que se introduce en el mar. Esta lengua de arena se hace muy atractiva para los bañistas, pero esta tranquilidad es muy engañosa, ya que las corrientes marinas allí son altamente peligrosas y por eso el baño está totalmente prohibido.
Los técnicos municipales explicaron que en unos meses mucha de la arena que se ha perdido en Maspalomas y que se ha depositado en la Punta y en El Inglés retornará de forma natural a su lugar de origen, si bien pasará mucho más tiempo hasta el litoral sureño recupere totalmente la normalidad.
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