miércoles, 9 de junio de 2010

La Guardia Civil del muelle de Santa Cruz de Tenerife detiene a una mujer por tráfico de drogas

En Granadilla otra mujer fue imputada por lesiones al agredir a un conocido con una botella
Una persona queda imputada en La Palma por uso de veneno ilegal para matar aves

 Tenerife, 9 de junio de 2010 | Sucesos | Gabinete de Prensa - Redacción.

 
La Sección Fiscal de la Guardia Civil del muelle de Santa Cruz de Tenerife ha detenido a una mujer de 48 años de edad, natural de Galicia y residente en el municipio tinerfeño de Arona, como presunta autora de un delito contra la salud pública (tráfico de drogas).

 
En un punto de identificación que realizaban los agentes en el muelle al desembarco de un barco, se solicitó documentación del vehículo a la mujer, que viajaba sola, a lo que mostró gran nerviosismo, por lo que se procedió a una inspección canina del mismo, quedando marcado inequívocamente por parte de los perros los bajos asientos delanteros como punto donde podía haber droga.

 
En este lugar se encontraron varios paquetes bolsas de plástico que contenían a su vez unas tabletas de color marrón en plástico trasparente, con apariencia de hachís y polvo de hachís. En total se han aprehendido en este servicio aproximadamente 10 kilos de polen de hachís y dos kilos de hachís, en total 12 kilogramos.

 
La Guardia Civil de Tacoronte ha detenido a dos menores de 15 y 16 años de edad, ambos vecinos del municipio, como presuntos autores de dos delitos, el primero de robo con violencia en grado de tentativa y un segundo de lesiones. Al parecer los menores intentaron robar a un tercero, y al resistirse, este último fue agredido sufriendo heridas inciso contusas en el labio inferior, por lo que necesitó puntos de sutura en el mismo, presentando también contusión craneal con hematoma en el parietal derecho.

 
En un hecho similar, la Guardia Civil de Granadilla ha imputado a una mujer de 23 años, vecina de San Miguel, como presunta autora de un delito de lesiones. La mujer se encontraba en una plaza acompañada de un hombre y en el transcurso de una discusión lo agredió con una botella de cristal causándole fractura de los huesos de la nariz por lo que tuvo que ser atendido en un centro hospitalario del sur de la Isla.

 
Por último, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) en la Isla de La Palma procedió, el día primero del mes de junio, a la imputación de un hombre de 59 años de edad como presunto autor de un delito relativo a la Protección de la Flora y Fauna por la colocación de cebos envenenados en un huerto en cultivo sito en Botazo (Breña Alta), para evitar que las aves se lo comiesen. Según relató el hombre a la patrulla del Seprona, quienes encontraron una paloma muerta en el sembrado, impregnó con lejía y Furadán unos granos de maíz dejándolos secar y colocándolos a continuación sobre la tierra, junto a las plantas, para matar a las aves que le entrasen a su huerto.

 
Tanto el ave muerta como los granos de maíz fueron recogidos para su posterior análisis químico-toxicológico y confirmar la presencia de los productos tóxicos, así como la causa de la muerte del ave. Si bien, realizada una primera necropsia a la paloma, ya se encontraron varios granos de maíz en el buche.

 
El Furadán es un plaguicida utilizado en la agricultura cuya sustancia activa, el Carbofurán, clasificada como tóxica, se encuentra actualmente prohibida en la Unión Europea. Los efectos de esta sustancia afectan al sistema nervioso, dando lugar a convulsiones y fallo respiratorio, siendo un inhibidor de la colinesterasa, y cuya exposición puede causar la muerte.

 
La gravedad de los hechos no radica en que haya muerto una paloma, sino en el riesgo que implica la mera acción de la colocación del veneno en el medio natural, siendo éste una de las principales amenazas para la conservación de numerosas especies de fauna amenazada, pues causan amplias mortandades de las que no están excluidos los animales de compañía ni el propio ser humano. Sus efectos pueden persistir durante años y el movimiento de animales afectados puede extender su acción a largas distancias del lugar donde se emplea el tóxico.

 
En este sentido, a escasos 90 metros del lugar de colocación del veneno se encuentra una Zona de Especial Protección para las aves (ZEPA).

 
El uso de venenos está prohibido y considerado como un método no selectivo y masivo de captura de animales silvestres por la legislación estatal y autonómica, y está considerado como infracción por la legislación de caza y de conservación de la naturaleza y como delito en el Código Penal, donde se castiga con la pena de hasta dos años de prisión.

 
En lo que va de año, el SEPRONA de la Isla de La Palma ha llevado a cabo, además de la interposición ante diferentes Órganos Administrativos de más de 100 denuncias por infracciones relacionadas con el medio ambiente, urbanismo y protección de los animales, la imputación a un ganadero por un delito de maltrato animal hacia los animales de su explotación, a un arquitecto por un delito de falsificación de certificado en un asunto urbanístico, a un empresario por un delito contra los Recursos Naturales y el Medio Ambiente por el vertido no autorizado de hidrocarburos al mar y a otro empresario por un delito de desobediencia grave a la autoridad judicial por el incumplimiento de la medida cautelar adoptada por orden judicial de suspensión de actividades que pudieran afectar gravemente al medio natural. (Se adjunta foto)

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