Madrid, 7 de junio de 2010 | Deportes | Gabinete de Prensa.
La temporada de regreso a la Adecco Oro del ViveMenorca ha sido una muestra del carácter competitivo y de la fortaleza psicológica de un equipo que se ha rehecho a sí mismo en varios momentos de la temporada.
Después de cuatro temporadas en la ACB, donde se especializó en salvarse del descenso en la última jornada, el ViveMenorca regresó a la Adecco Oro, una competición en la había sido uno de sus clásicos equipos.
Con una plantilla hecha a imagen y semejanza de su técnico, Paco Olmos, el ViveMenorca inició la Liga Regular con una derrota en el campo del CB Cornellá. El equipo catalán, a la postre, descendido a la Adecco Plata, propició el primer toque de atención a los baleares. Mientras que el CAI Zaragoza vencía de casi 20 puntos al Servindustria Tarragona, el Ciudad de La Laguna ganaba fuera de casa y el Melilla Baloncesto derrotaba de 15 al Ford Burgos, el ViveMenorca, el otro favorito al ascenso antes de comenzar la liga, tenía su primer tropiezo.
Los de Olmos certificaron que esa primera jornada fue un accidente. Tres victorias consecutivas y una derrota mínima en el Príncipe Felipe de Zaragoza iniciaban una buena racha del ViveMenorca que terminó segundo la primera vuelta de la Liga Regular, lo que le proporcionaba el pase a la Copa Príncipe, ante el Melilla Baloncesto.
Esa final perdida precedió a una racha de cinco derrotas consecutivas (ante Tenerife Rural y CAI Zaragoza en casa y frente al UB La Palma, Sant Josep Girona y Tarragona fuera de Mahó). La copa se indigestó, como rezaba su página web, y el ViveMenorca veía como tanto Melilla como CAI adquirían una ventaja que les hacía muy difícil optar al ascenso directo.
También de esa situación salió adelante el equipo balear. Una victoria ante el Leche Río Breogán cortaba la sangría y las cuatro últimas victorias de la Liga Regular volvían a colocar al ViveMenorca como serio favorito al ascenso.
Llegaron los cuartos de final ante el Leche Río Breogán, otro equipo competitivo que no pudo llevar la serie al quinto partido. Algo que sí que consiguió el Ciudad de la Laguna. Después de los dos primeros partidos en Bintaufa, la sensación es que el resultado de 1-1 era, casi, engañoso, porque los canarios pudieron haber ganado los dos partidos.
Un Juan Ríos Tejera a reventar, donde el Ciudad de la Laguna ha perdido sólo dos partidos esta temporada, parecía poder sentenciar la serie. Al descanso del tercer partido los de Alejandro Martínez vencían por 6 puntos pero la raza y la competitividad del ViveMenorca salieron a relucir para hacerse con ese choque y con una eliminatoria durísima.
La misma situación se produjo en la serie final. Una victoria del Ford Burgos en Menorca y los problemas físicos de Rashon Turner dieron el 2-1 a favor de los castellanos y un cuarto partido con El Plantío como nunca antes se había visto. Los de Paco Olmos volvieron a certificar que son un equipo que “disfruta” en situaciones límite y realizaron un partido espléndido, no dando opción alguna a su rival. El quinto encuentro fue la confirmación de todo lo anterior: el ViveMenorca ha sido un equipo que, ante todo, ha sabido sobreponerse a las adversidades.
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