jueves, 29 de julio de 2010

LAS VARICES AMENAZAN EN VERANO MÁS QUE NUNCA LAS CONSULTAS POR VARICES SE DUPLICAN EN VERANO

El Capítulo Español de Flebología (CEF) apunta algunos consejos para prevenir esta patología venosa en época estival

• El estío es la estación más molesta para quien sufre esta patología, puesto que con el calor aparecen o se incrementan los síntomas.
• Las piernas cansadas, la pesadez, los tobillos hinchados y la aparición de varículas son los primeros indicios de la insuficiencia venosa, una patología con gran prevalencia en nuestro medio.
• La prevención no debe ser algo meramente estacional, sino conllevar un cambio de vida tanto en verano como en invierno, así como unos controles periódicos por parte de profesionales especializados.
• Los factores de riesgo para padecer dicha enfermedad son tan comunes que resulta muy difícil encontrar individuos que no tengan ningún tipo de predisposición a la misma a lo largo de su vida.

Bilbao, 29 de julio de 2010 | Sanidad |Gabinete de Prensa ASSOPRESS.

Si no tengo varices, ¿también debo tomar precauciones en este sentido durante el verano? “Sí, aunque la prevención no debe ser algo meramente estacional, sino conllevar un cambio de vida tanto en verano como en invierno, y unos controles periódicos a realizar por profesionales especializados”, asegura la doctora Cristina Puigdellivol, vocal del Capítulo Español de Flebología de la SEACV y adjunta del Servicio de Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular del Centro Médico Teknon.

En este sentido, la doctora asegura que “las piernas cansadas, la pesadez, los tobillos hinchados y la aparición de varículas, son los primeros indicios de la insuficiencia venosa, una patología con gran prevalencia en nuestro medio”.

Además, el verano es la época del año más molesta para quienes sufren esta patología. “Con el calor aparecen o se incrementan los síntomas, y es entonces cuando un gran número de individuos se dan cuenta de que es preciso hacer algo para calmar su molestias y/o evitar su progresión”. Así pues, “una vez al año las personas con sospechas de síntomas deberían acudir al especialista para ratificar que todo está bien o para detectar alguna anomalía incipiente que, como tal, sea fácilmente tratable”, apostilla.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo para padecer dicha enfermedad son “tan comunes que resulta muy difícil encontrar individuos que no tengan ningún tipo de predisposición a la misma a lo largo de su vida”, sostiene Puigdellivol. “Las varices no sólo se heredan como quien recibe un preciado bien familiar, sino que pueden desarrollarse favorecidas por una vida sedentaria, sobrepeso, profesiones que obliguen a permanecer largas horas de pie o sentado, cambios o tratamientos hormonales o embarazos”, añade.

Así pues, “resulta evidente que en nuestro medio prácticamente todos estamos expuestos a alguno de estos factores y, por tanto, somos potenciales candidatos a tener una insuficiencia venosa”. Por este motivo, según la doctora, “la prevención es el arma más útil de la que disponemos para intentar evitar la aparición de varices, detener su progresión y de esta forma evitar las complicaciones.”

Nueve consejos

En cualquier caso, los consejos que todos los veranos hemos leído u oído en los diferentes medios de comunicación siguen siendo válidos y muy útiles.

- Procure mover sus piernas evitando permanecer inmóvil mucho rato. En viajes largos o en el trabajo, camine durante unos minutos, mueva sus pies dando pequeños círculos para estimular la circulación y utilice medias de compresión elástica.

- Practique algún deporte de forma regular. La contracción de los músculos de las piernas estimula el retorno venoso de sangre al corazón. Son aconsejables la natación, el ciclismo, la gimnasia, el baile, caminar, etc.

- Evite fuentes de calor excesivo. El calor estimula la dilatación de las venas por lo que conviene evitar las saunas, la excesiva exposición solar, depilación con cera caliente, etc.

- Frío en las piernas. Activa la función venosa y disminuye la sensación de pesadez y dolor. Caminar en el agua fría es muy recomendable.

- Mantenga un peso adecuado y evite el estreñimiento. Tanto el estreñimiento como el sobrepeso producen un aumento de la presión venosa que dificulta la circulación de retorno.

- Evite ropa ceñida. Dificulta la circulación.

- Use zapatos con tacones cómodos. Lo ideal son zapatos con 3-4 cm de tacón que permitan la presión adecuada para favorecer el retorno venoso.

- Hágase masajes. Los masajes ascendentes desde los pies hasta el muslo mejoran el retorno venoso.

- Eleve los pies de la cama. Son suficientes 10-15 cm para reducir la estasis venosa mientras duerme; aunque lo más importante es evitar que las piernas se hinchen durante el día y no tener que deshincharlas durante la noche.

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