- El veterano estudio Metro Goldwyn Mayer (MGM) agoniza bajo una deuda multimillonaria mientras busca a la desesperada una solución financiera que permita al león más famoso de Hollywood seguir rugiendo en los cines del siglo XXI.
MGM acumula un déficit de 3.700 millones de dólares y, a pesar de su ingente catálogo de películas, sus ingresos se han visto duramente golpeados por la crisis, especialmente la división de DVD.
Incapaz de tapar su agujero financiero, el estudio lleva meses tratando de ganar tiempo para encontrar una alternativa al cierre que pasa por una fusión o una más improbable venta.
Actualmente MGM ha pedido una sexta prórroga para el pago de cerca de 500 millones de dólares que tiene que hacer efectivos el próximo 15 de julio a un grupo de cien prestamistas encabezados por J.P. Morgan, quienes tampoco quieren malvender un negocio en otro tiempo rentable.
En junio de 2011 vencerá una letra mayor estimada en 1.000 millones de dólares y para 2012 la deuda debería estar resuelta, si se cumplen los plazos, lo que parece improbable.
Para encontrar el origen de estos problemas hay que remontarse hasta 2004, año en el que Sony, la empresa de telecomunicaciones Comcast y las financieras Providence Equity y TPG Capital lideraron una operación para comprar a crédito MGM por alrededor de 5.000 millones de dólares.
Una estimación que posteriormente se consideró sobrevalorada como consecuencia del alza de precios en medio de una bonanza económica global, pero con la que Sony se aseguró que los filmes del león de la Metro adoptaron su formato de reproducción digital Blu-ray.
La explosión de la burbuja financiera y la consiguiente sequía del mercado crediticio pusieron contra las cuerdas a este estudio fundado en 1924 y cuya supervivencia parece ligada irremediablemente a fusionarse con productoras de menor entidad, como Spyglass, Summit o Lionsgate.
El trámite, que requiere de la aprobación de accionistas y prestamistas, conllevará una reestructuración de MGM que en el caso de Spyglass ("The Sixth Sense", 1999) implicaría, según "Los Angeles Times", despidos, la eliminación del departamento de distribución y la reubicación de la sede en unas instalaciones más baratas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario