Málaga, 24 de julio de 2010 | Cartas al Director | Por Piedad Sánchez de la Fuente.
Sr. Director:
Palabra mágica para todos. Niños, jóvenes, mayores y hasta ancianos sueñan con unos días de descanso, de vivir como te apetece porque durante un año hemos estado sometidos a la disciplina del trabajo y con poco tiempo para más.
Vacaciones, algo que deseamos todos pero no de la misma manera, para unos será viajar y mientras más lejos y más exótico el lugar de nuestro viaje pues mejor. Luego llega la realidad y vemos como con un poco de mala suerte te pasas dos días en el aeropuerto por culpa de unas huelgas, -la que sea-. Te sientes cansado, la ilusión por ver esos maravillosos templos orientales se va apagando y te haces la pregunta clave ¿Y porqué no habré elegido la gruta del románico español que es tan maravillosa y que la tengo a 500 kmos. de casa, puedo ir en coche y moverme a mi antojo? Pero, ya no tiene arreglo y al final cuando subes al avión te sientes un poquito frustrado.
Para otros las vacaciones son unos días a orillas del mar, de nuestros mares y si te gusta el calor al mediterráneo, el mar de la civilización, si prefieres estar fresquito al norte, no podrás bañarte tanto pero ¡es tan hermosa la cornisa cantábrica y Galicia! Estas opciones son más sensatas y si encuentras que el apartamento no se corresponde con el que te prometieron y pagaste, le quitas importancia y a disfrutar. También hay quién prefiere el campo, el turismo rural y mil opciones por el interior de España que valen la pena. ¿O las Islas?, las Islas tienen un gran atractivo siempre que no te encuentres tres mil alemanes al lado tuyo intentando colocar su toalla como tu intentas colocar la tuya. En fin, todo esto es broma. Las vacaciones hay que disfrutarlas superando sus inconvenientes. Pero ¿y los que no podemos ir de viaje al Caribe ni a las costas españolas, ni a ningún pueblecito, ni a las Islas, esos que hacemos? Pues lo primero, no sentirnos desgraciados y poner a trabajar la imaginación que aunque le digan “la loca de la casa” para inventarte unas vacaciones en tu piso de todo el año hace falta un poco de locura. Lo segundo buen humor y si vives en una ciudad turística y vienen a verte tus familiares de Zamora o tus amigos de Calatayud hay que alegrarse. Simplificar las comidas y las tareas de la casa, que todos participen en el trabajo del hogar y disfrutar de esos momentos que no volverán a repetirse. Después les enseñas la farola y Málaga desde Gibralfaro y a continuación un rato de playa, la comida, un descanso que cada uno será libre para usarlo como quiera, pero eso sí, en silencio y sin poner a todo volumen la tele o ese disco que es maravilloso para ir de marcha a las 12 de la noche, pero un martirio chino si son las cinco de la tarde y quieres dormir un ratito o leer un buen libro. Que eso sí que no debe faltar en el tiempo de descanso. Una buena novela o un libro que nos haga pensar un poco. Por la tarde, al anochecer, a la hora azul la más hermosa del día, con el calor suavizado y una brisa que te da la vida pues se sale a dar un paseo o a sentarse en una terraza viendo pasear a tus paisanos y sin complejos porque no hemos ido al Caribe, lo importante es ser feliz. El Caribe se lo dejamos a Curro que ya tengo ganas que nos cuente como es en realidad. Se me olvidaba este año tenemos un lugar interesantísimo para ir a verlo en vacaciones, es el nuevo museo de Burgos donde están expuestos todos los descubrimientos de Atapuerca.
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