El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, pidió hoy en Pakistán a la comunidad internacional que aumente sus esfuerzos para ayudar a los millones de afectados por las inundaciones que sufre el país, una catástrofe sin parangón, dijo, que está lejos de terminar.
Pakistán, 16 de agosto de 2010 | Agencias
"He visto muchos desastres naturales en todo el mundo, pero nunca nada como esto (las inundaciones). Esto todavía no se ha acabado, continuará durante semanas", declaró Ban en una rueda de prensa en la base aérea militar de Chaklala, cerca de Islamabad, antes de abandonar Pakistán después de una visita de un día.
Tras asegurar que ni el tsunami de 2004 en el sureste asiático o los recientes terremotos en Haití o Chile alcanzan la magnitud de esta catástrofe, el secretario general de la ONU pidió asistencia urgente para unos ocho de los más de 14 millones de damnificados en su comparecencia, junto al presidente paquistaní, Asif Alí Zardari.
"Necesitamos más apoyo de la comunidad internacional. Estas inundaciones sin precedentes necesitan una asistencia sin precedentes. Tenemos que movernos rápidamente", subrayó Ban, quien se mostró "convencido" de que el mundo "estará al lado de Pakistán".
"Nunca una parte del mundo ha sufrido este tipo de inundaciones", afirmó por su parte Zardari, quien defendió la gestión del desastre por parte de las diferentes instituciones del Estado y suplicó al mundo que sea generoso con su país y "escuche la voz de la ONU".
El presidente paquistaní instó a la nación a permanecer unida para superar las inundaciones, que han anegado ya casi el 17 por ciento del territorio, causado 1.384 muertos, 1.680 heridos y destruido o dañado 722.000 viviendas, según las autoridades.
"Tenemos que estar unidos. Este es un asunto a largo plazo. Inshallah (Si Dios quiere) esta crisis hará a nuestra nación más fuerte", clamó Zardari.
Tras asegurar que ni el tsunami de 2004 en el sureste asiático o los recientes terremotos en Haití o Chile alcanzan la magnitud de esta catástrofe, el secretario general de la ONU pidió asistencia urgente para unos ocho de los más de 14 millones de damnificados en su comparecencia, junto al presidente paquistaní, Asif Alí Zardari.
"Necesitamos más apoyo de la comunidad internacional. Estas inundaciones sin precedentes necesitan una asistencia sin precedentes. Tenemos que movernos rápidamente", subrayó Ban, quien se mostró "convencido" de que el mundo "estará al lado de Pakistán".
"Nunca una parte del mundo ha sufrido este tipo de inundaciones", afirmó por su parte Zardari, quien defendió la gestión del desastre por parte de las diferentes instituciones del Estado y suplicó al mundo que sea generoso con su país y "escuche la voz de la ONU".
El presidente paquistaní instó a la nación a permanecer unida para superar las inundaciones, que han anegado ya casi el 17 por ciento del territorio, causado 1.384 muertos, 1.680 heridos y destruido o dañado 722.000 viviendas, según las autoridades.
"Tenemos que estar unidos. Este es un asunto a largo plazo. Inshallah (Si Dios quiere) esta crisis hará a nuestra nación más fuerte", clamó Zardari.
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