Girona, 30 de agosto de 2010 |Cartas al Director| Jesús Domingo Martínez
Cada año que participo en la “Fiesta Romana” de Baños de Valdearados, población de origen romano situada en la Ribera del Duero Burgalesa, me viene a la cabeza la musiquilla de aquella canción de juventud (años 70), me parece que la cantaba el grupo Mocedades, “Un pueblo es, un pueblo es,…” Y es que la Fiesta romana de Baños es una fiesta del pueblo, una fiesta en la que un pequeño pueblo, con escasos 500 habitantes en los meses de invierno, es capaz de enseñar y divertir durante dos días a miles de vecinos y de turistas procedentes, principalmente, de la comarca ribereña.
En estos días, Baños es ejemplo de cómo la sociedad civil es capaz de promover y tirar adelante proyectos que difícilmente funcionarían si fueran propuestos y mantenidos por las administraciones.
Todo en la fiesta de Baños tiene sabor rural, natural, no se ve afán de notoriedad en las personas mayores ni en los jóvenes que desinteresadamente colaboran. ¿El objetivo de la fiesta? Que los habitantes y los turistas disfruten durante una semana más del buen clima y del buen ambiente del pueblo. ¿El motivo? La figura central del mosaico romano encontrado en la Villa romana de Santa Cruz situada en el término municipal del mismo pueblo.
Acabada la fiesta queda la sensación de haber vivido una utopía, lejos de los tejemanejes de los políticos, de los problemas económicos, sociales, etc. En Baños, con motivo de la fiesta, todos son del mismo partido, no hay ricos ni pobres, cada uno colabora con lo que tiene o puede. Lástima que la fiesta se acabe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario