En Telde a 24 de septiembre de 2010 | Cartas al Director | Antonio Rodríguez de León
Sr. Director:
La escasa política pesquera canaria que aún perdura, no cubre las necesidades mínimas para mantener la pesca de bajura del litoral de Canarias.
Tenemos a un viceconsejero de pesca, que carece de personalidad para tomar decisiones en beneficio del sector artesanal. El Gobierno de Canarias de forma permanente ha venido colocando al frente de la viceconsejería, a políticos floreros, que cuanto menos conozca del sector pesquero, mejor. De siempre, los asesores a la sombra han sido armadores gallegos, que llevaron la política pesquera canaria a la ruina total.
No voy a alargarme en lo que ya se ha dicho de todo ello. Hoy quisiera centrarme en la polémica de la comercialización que este impresentable viceconsejero está promoviendo con dinero público. Por un lado, quiere facilitar la venta de pesca de las pequeñas embarcaciones, con un proceso imposible de ejecutar.
Pretende que las Cofradías ponga en venta su pesca, directamente al consumidor. Esto es un caramelo para esconder otras intenciones. Con esas falsas intenciones, el viceconsejero va a disponer del fondo europeo de pesca de 181.000 euros, para hacer una campaña de promoción para el consumo del pescado de acuicultura. A esto habría que preguntarle al viceconsejero que para quien trabaja, si para los trabajadores artesanales, o para la multinacional privada de empresas de acuicultura. Decirle también que ese pescado que además de tener inferior calidad, le hace la competencia a las cofradías de pescadores canarios. Más grave aún es que no se haga eco de las denuncias de irregularidades de las instalaciones de acuicultura. De las miles de firmas de sus conciudadanos de Telde, para que tome cartas en el asunto. Pero cuando se es un florero, que aspira a ocupar altas cotas de poder político, pues a callar y a obedecer.
El malestar de los pescadores de las cofradías está silenciado por los 30.000 euros que han recibido de subvención. La cofradía de pescadores que se atreva a protestar públicamente por esa campaña a favor del consumo de la pesca de acuicultura, que en el fondo hace la competencia a los productos de la pesca diaria de las cofradías, se quedarían sin subvención. O sea, el Sr. Viceconsejero, primero untó y selló la boca de los presidentes de cofradías, para luego favorecer a las empresas privadas unidas en una multinacional con sede en Santander. Empresas que vienen beneficiándose en los últimos diez años, con cientos de millones de euros.
Ahora que la ficha económica para los próximos cinco años ha bajado más del 50% de las ayudas del fondo europeo de pesca con destino a la acuicultura, este ineficaz político florero lanza balones de oxígeno a unos empresarios que simularon invertir dinero privado en un sector, cuando en realidad la inversión venía con dinero público en forma de subvención de la unión europea. Dentro de dos años, esos supuestos inversionistas huirán con la caja recaudatoria de la unión europea y nos dejarán la basura de cientos de jaulas marinas fondeadas cerca de las playas sin activad alguna. Los responsables serán los políticos del gobierno autónomo que sacarán una vez más, dinero público para retirar las jaulas abandonadas.
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