UNDIAL TURQUÍA 2010
Turquía, 11 de septiembre de 2010 | Deportes | Gabinete de Prensa - Redacción.
España ganó el pulso a la depresión y se conjuró para superar el disgusto consiguiendo levantar primero y ganar brillantemente después (97-80) un complicado partido ante Eslovenia. La Selección sigue viva y luchará por la quinta plaza ante el vencedor del Rusia – Argentina demostrando, una vez más, poseer un extraordinario carácter ganador.
Texto España afrontó el partido con el convencimiento individual y colectivo de que una vez fuera de las medallas lo único importante era firmar dos victorias en los dos últimos partidos pero también con el peso de un subconsciente que no se desprendía de la depresión provocada por la derrota ante Serbia. Una lucha psicológica de los jugadores españoles que se convertía en un enemigo más, en el sexto enemigo sobre un parquet donde el rival, Eslovenia, sí vivía el partido con la motivación y mentalidad adecuada a las circunstancias.
Y en baloncesto esas mínimas pero fundamentales dudas alteran la concentración. El estado de ánimo se convierte en un elemento trascendental cuando de lo que se trata es de hacer conjugar esfuerzo y puntería. Cuando a la intensidad debes unir habilidad. Por eso España se mostró imprecisa a la hora de finalizar acciones bien elaboradas pero mal resueltas. Por eso algunos jugadores acusaron especialmente ese factor intangible que les impedía tener el tacto adecuado en el momento oportuno.
Pero un buen trabajo defensivo, un buen ajuste de rebote y un ritmo adecuado mantuvo dentro del partido a nuestra Selección que resolvía todos los problemas del rival excepto uno: Lakovic. El base – escolta del Barcelona soltaba su muñeca con triples característicos y mantenía por delante a Eslovenia. La réplica y los mejores momentos llegaban de la mano – más bien las piernas – de un Fran Vázquez que se convierte en una de las mejores noticias de este campeonato. Un pivot llamado a ser fundamental en el futuro de nuestra selección. Al final de los dos primeros cuartos derrota parcial de España (38-41) y necesidad de mejorar detalles.
NAVARRO, CAPITÁN GENERAL
Tras el descanso esos detalles mejoraron, especialmente en la vigilancia de Lakovic. Rudy se echó el equipo a la espalda y cuando se fue al banquillo ese liderazgo lo asumió un Navarro decisivo para conseguir voltear el marcador al final del tercer cuarto (66-64). Fue importante en la segunda parte tener siempre en pista uno de los dos. Intensidad defensiva, velocidad en la transición y mucho deseo por conseguir una victoria que tenía un significado especial. En pista jugadores con hambre como un Fran Vázquez impresionante, con Lull recuperando sensaciones, con San Emeterio aportando carácter y con Navarro (24 puntos y 6 asistencias) convertido en el Capitán General no sólo de la Selección sino del partido. España consiguió en la pista hacer olvidar ese triple maldito que nos dejó fuera de las medallas y recuperó la sonrisa y con la sonrisa, la ilusión por culminar el campeonato como lo hacen los mejores.
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