El otoño se viste de primavera en la Caldera de Taburiente
• El acondicionamiento de senderos y miradores permitirá disfrutar aún más del espectáculo natural
La Palma, 5 de octubre de 2010 | Medio Ambiente |Gabinete de Prensa - Redacción.
Los visitantes de la Caldera de Taburiente que sean buenos observadores pensaran que se han equivocado de estación o que, fiel al dicho, Canarias efectivamente es la región de la eterna primavera.
Desde finales de julio y hasta bien entrado el otoño, unas manchas amarillas de hasta 3 metros de altura salpican los acantilados del parque, desde el mismo Roque de los Muchachos a 2.426 m, hasta Dos Aguas a 400 m de altura.
Esta planta se conoce en La Palma como “cinco uñas”, por los piquitos que jalonan el final de las hojas. Los científicos la denominan Senecio palmensis. En Tenerife, la otra isla donde habita, se le conoce como turgayte. Es una especie de margarita de pétalos amarillos, cuyos frutos (vilanos) pueden volar, por lo que es fácil que lleguen a grietas y aristas, donde alguno de ellos encuentra condiciones para germinar.
Alguna ventaja competitiva tiene que tener su estrategia de floración y fructificación tardía, porque es una de las plantas que más abundan por esas zonas del parque. Alguna otra especie de planta, como el cabezote (Cheirolophus teydis), les acompaña en la floración tardía, pero esta es menos visible y mas escasa.
Se pueden ver con facilidad, junto a la carretera LP 4, en los miradores de los Andenes, los Franceses o de los Hombres; en todo el sendero GR 131 a su paso por la zona norte de La Caldera, en el sendero del Espigón del Roque, pero sobre todo si uno baja por cualquiera de sus laderas o barrancos campo a través (actividad no apta para todo los públicos), desde las cumbres hasta los 1.500 metros de altitud.
Los acantilados de La Caldera tienen tres floraciones amarillas a lo largo del año. La mas precoz, allá por el mes de abril, la dan las gácias (Teline stenopetala), un arbusto que medra en los riscos, porque aún malviviendo en ellos, es ahí mas abundante que en los pinares (donde viviría mejor) dado que allí no les afectan los conejos, cabras o arruíes introducidos por el hombre.
Mas tarde, entre mayo y junio, es la época de una especie mejor adaptada a los riscos, que durante años solo es una roseta cenicienta de hojas carnosas, para luego florecer en masa. Cientos de miles de bejeques de Greenovia diplociyla salpican las laderas que cuando se concentran, se distinguen a distancia (cabecera del lomo Tacote). Las plantas de esta especie mueren después de florecer, pero otras miles empiezan al otoño siguiente con las primeras lluvias su singladura vital.
Actualmente, el Gobierno de Canarias, a través de la gestión del parque lleva a cabo inventarios periódicos cada 10 años de la Senecio Palmensis. Sin embargo, sí que tiene en marcha planes de recuperación activos para la gacia o la Bencomia exstipulata o rosal del guanche, de la que se ha hallado una nueva población en la cabecera de Hoyo Verde.
Actualmente se ha procedido al marcado de los límites de los vallados protectores que se van a colocar y se han empezado a equipar los riscos con material de escalada. El jueves pasado, un experto de los grupos de rescate estuvo colocando los primeros anclajes con los que poder descender mediante rápeles el acantilado, con objeto de hacer inventario completo y recoger las muestras para el estudio genético. Ese mismo jueves se pudo acceder a 12 ejemplares.
Obras de acondicionamiento
Dentro de los planes del Gobierno de Canarias de mejora y acondicionamiento de las infraestructuras de los parques, hace unos días se terminó de acondicionar el segundo mirador del sendero del Espigón del Roque de los Muchachos.
El Roque de los Muchachos es el pico más alto de la isla. Al estar enclavado el Observatorio Astrofísico en sus inmediaciones, una carretera asfaltada lleva hasta 10 metros del pico.
Ese lugar, junto con La Cumbrecita, son los puntos más visitados del Parque, superando en algunos meses los 10.000 visitantes.
Durante años, las actuaciones en relación a los visitantes fueron muy discretas, pero conforme fue creciendo el número de visitantes y el tamaño de los grupos, el suelo se fue degradando con el pisoteo, bajando la rasante del sendero mas de 30 cm de altura en 3 ó 4 años, y peligrando la integridad de los pitones que forman el pico por el simple desgaste de las botas al trepar. Se formó una plaza polvorienta alrededor del aparcamiento y la anchura del sendero pasó de 1 metro a tener mas de 6 metros en algunas zonas.
Para permitir la visita y que la degradación fuese la menor posible, se decidió intervenir creando infraestructuras que con un impacto moderado canalizasen el flujo de las personas.
En primer lugar, se delimitó el conjunto de pitones que forman el pico, prohibiendo pasar al interior y se aportaron tierras y rocas que devolviesen al suelo parte del aspecto anterior a los años 80. En segundo lugar, se empedró un anillo alrededor del Roque, al comienzo de itinerario, donde la gente deambulaba y generaba más impacto, para marcar exactamente por dónde debían pasar las personas desde la zona de aparcamiento en dirección a los miradores. Junto a ellos se están realizando repoblaciones de plantas, protegidas de los animales con cercados, con objeto de cubrir los espacios circundantes a modo de seto para que la gente no pueda deambular.
Por último, dado que el problema de la dispersión de los visitantes era a lo largo de todo el itinerario, se decidió empedrar todo el recorrido, delimitando las zonas de parada como miradores. Hay 4 sitios utilizados habitualmente por los visitantes para este fin. Esta última fase se empezó empedrando los tramos más pendientes de la parte final del sendero, donde la gente se resbalaba. Luego se acondicionó un primer mirador, donde termina el itinerario. Recientemente se empedró el tramo de sendero que faltaba para enlazar aquel mirador con el terminado estos días. Se ha ido haciendo poco a poco, porque en ese lugar sólo se puede trabajar bien los meses estivales debido a las condiciones meteorológicas, y desde el final hacia el inicio del sendero, para evitar el pasar con maquinaria y materiales por las zona restauradas.
Las zonas útiles colindantes al sendero se repoblarán con especies endémicas de la zona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario