Girona, 21 de enero de 2011 | Cartas al Director |Jesús D Mez Madrid
La desconfianza de los ciudadanos en la clase política es el dato más llamativo en los últimos barómetros del CIS. Mientras determinadas instituciones, como la Corona o las Fuerzas Armadas, gozan de notable prestigio, los políticos son percibidos por la opinión pública como parte del problema y no de la solución. Es imprescindible recuperar el prestigio de los cargos públicos representativos para fortalecer el sistema democrático. Los partidos deberían reflexionar seriamente sobre la imagen negativa que transmiten a una sociedad irritada por un exceso de retórica sin contenido y -a veces- de conductas inaceptables. Con un grado de desprestigio tal es muy difícil, sino imposible, crear confianza en los ciudadanos y en los mercados, ambas cosas esenciales si pretendemos salir airosos de la crisis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario