Es evidente el avance económico y social en España desde la puesta en marcha de nuestro modelo autonómico.
Es verdad que ha habido luces y sombras. Pero más luces que sombras. La economía de cualquier comunidad autónoma tiene hoy una dimensión muy superior a la de hace treinta años.
Canarias, 25 de enero de 2011 | Politica | Gabinete de Prensa.
Las economías de las autonomías han crecido de manera casi ininterrumpida. Una cuasi permanente bonanza económica así lo ha permitido. Los ingresos públicos han ido creciendo sin parar. Y en paralelo lo hacían las competencias asumidas. Y por tanto, también los gastos. Y con mayores gastos iba aumentando el tamaño de todas las administraciones.
De los ayuntamientos, de los Cabildos y Consejos Insulares y de las comunidades autónomas.
No solo han crecido esas administraciones. También el sector público paralelo a las mismas ha ido aumentando sin parar. Cada vez mas organismos autónomos, mas empresas públicas, mas fundaciones, mas agencias públicas. Cada vez mas concejalías, mas consejerías, mas asesores, mas empleados públicos.........
Todo lo cual se ha ido aderezando convenientemente con un creciente cúmulo de normas, leyes y disposiciones de rango municipal, insular y autonómico que, debidamente combinadas con la legislación nacional y europea, hacen que la percepción de los ciudadanos, de los empresarios, de los autónomos y hasta de los propios funcionarios, sea en no pocas ocasiones de impotencia y frustración ante una maraña que paraliza no pocas decisiones de inversión y de consumo que podrían generar actividad y por lo tanto empleo.
A partir de ahora ya no vamos a poder permitirnos todo eso. No es una cuestión ideológica. Es una cuestión de necesidad.............y de imposibilidad. Incluso para los defensores de un gasto publico descontrolado.
Ya no vamos a poder permitirnos lujos y caprichos que hasta ahora nos hemos estado dando, como si los recursos públicos fuesen a durar para siempre de forma creciente.
Mientras la economía fue bien, todo eso pudo financiarse. Aunque la percepción de los ciudadanos respecto del funcionamiento de la administración no solo no ha mejorado. Es cada vez peor.
• No es ahora el tiempo de reclamar más competencias.
• Ahora es el tiempo de SER MÁS COMPETENTES.
• Los ciudadanos no reclaman que las comunidades autónomas tengan más competencias.
• Lo que quieren los ciudadanos es que los políticos seamos más competentes.
Ahora toca poner las cosas en orden. Despojarse de todo el lastre administrativo superfluo que entre todos hemos creado y consentido. Lo cual afecta a todas las administraciones públicas, a sus respectivos sectores públicos y a la normativa que los ha pretendido justificar a lo largo del tiempo, pero sin añadir valor a los ciudadano.
Por tanto, para cada administración local y para cada autonomía, al margen de lo que será en cada caso el programa marco nacional, sugiero preparar como PROPUESTA PROGRAMATICA una simplificación administrativa, de órganos, de ventanillas, de personal de confianza, de empresas públicas, de agencias, etc....así como una propuesta de derogación total y/o parcial de la normativa municipal , insular y regional cuya existencia esté perjudicando el funcionamiento eficaz de la economía, impidiendo decisiones de consumo y de inversión. Todo ello, sin perjuicio de las propuestas que en cada caso se hagan para mejorar la gestión de los diferentes servicios que son prestados por cada una de las instituciones en su respectivo nivel competencial. En paralelo a las propuestas del programa marco nacional, el programa autonómico en Canarias que estamos elaborando incluye:
• Propuesta de reestructuración competencial entre las diferentes administraciones canarias sobre la base de " una función, una administración".
• Propuesta de reducción del tamaño y volumen de la administración autonómica y de su sector publico.
• Propuesta de derogación total y/o parcial de normas, disposiciones y leyes de carácter autonómico que entorpecen la actividad económica de las personas y de las empresas y que no aportan valor alguno.
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