Desde el año 63 que se graduó en la escuela de San Alejandro de la Habana, hasta la actualidad, en la que ha llenado las salas del Museo José Luis Cuevas de México y vuelve a presentar una individual en una galería española después de trece años, Manuel Mendive ha llegado a ser por méritos propios uno de los referentes del arte latinoamericano contemporáneo.
Magia, misticismo, religión, santería, son algunos de los términos que siempre van adheridos a la obra y la persona de Mendive. Una obra cuya vida se nutre de los Yoruba, Orishas, dioses y mitos nacidos de la naturaleza, y que por supuesto, esta exposición en Estudio ARTIZAR no iba a ser una excepción, pues las telas elegidas para la ocasión marcan una clara fusión entre el hombre y los favores naturales con los que cuenta y de los que se nutre en cada aspecto de su vida. Esa vida que el mismo Mendive practica y reivindica, esa vida que procura tranquilidad, paz y un amplio camino hacia los sueños que él mismo dice, son los que inspiran su pintura, y los que consiguen que despierte cada día con nuevas ideas y quehaceres.
Instituciones como el Museo George Pompidou de París, The John F. Kennedy Center de Washington, Grupo SEIBU de Tokio, Museo de Bellas Artes de La Habana o el CAAM de Las Palmas de Gran Canaria, cuentan con obras del maestro cubano, habitual también en las grandes subastas de arte latinoamericano y de las más importantes ferias, como la Art Miami, PINTA de Londres o ARCO Madrid en la que ha estado presente en las últimas quince ediciones.
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