· ESTA SEMANA HAN COMENZADO LAS VISITAS GUIADAS CON LA CASA DE OFICIOS DE TEROR
Moya, 12 de febrero de 2011 | Medio Ambiente | Gabinete de Prensa.
La Reserva Natural de Los Tilos de Moya ha estado cerrada al público durante más de 20 años. Su deterioro y mal uso por parte de la población, obligó a las distintas administraciones a impedir el paso, a uno de los últimos reductos de laurisilva de Gran Canaria, a los ciudadanos. Ahora, tras el esfuerzo realizado por la Agencia de Desarrollo Local de la Villa de Moya, encabezada por el teniente de alcalde, Daniel Ponce Fleitas, se ha conseguido volver a abrir este espacio natural “único y de gran valor ecológico, en el que aún viven y conviven especies endémicas de flora y fauna, que están en peligro de extinción”, señaló. Un área protegida de 91 hectáreas, que se encuentra dentro del parque Rural de Doramas.
Desde la Concejalía de Desarrollo Local “se sigue apostando por la dinamización de los Tilos, con un proyecto de conocimiento y sensibilización medioambiental”, en el que primero se invirtió en la recuperación de los caminos reales con distintos talleres empleo para, posteriormente dotar al centro de interpretación de la Reserva Natural Especial de Los Tilos de Moya de un soporte informático, que en breve se colocará para convertirlo en Centro de Interpretación.
En este mes de Febrero, creemos que se abre una nueva etapa para la Villa Verde, un período de “auge de la ecología, de impulso al ecosistema, con el que queremos conseguir que la población tenga conciencia del medio ambiente y se interesen por él, abriendo tras más de dos décadas las puertas a este paraje natural tan representativo del Archipiélago Canario”.
La Reserva Natural estará abierta al público como un tema Educativo. Dos animadoras comunitarias se encargarán de enseñar a los distintos colectivos que la visiten todos los pormenores de esta área natural, contándoles lo que hace a Los Tilos un espacio único en la Isla, tal como es el único espacio en el que conviven más de 50 especies endémicas o en el que aún persisten cachorras o crestas de gallo, que están en peligro de extinción.
Por lo pronto, este proyecto estará abierto a cualquier colectivo que esté interesado en él. El período para concertar visitas se extenderá durante 6 meses, hasta junio de este año.
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