Valladolid, 12 de marzo de 2011 | Cartas al director | Josefa Romo Garlito
Murió el 21de febrero el Dr. Bernard Nathanson, el popular Rey del aborto, quien, después de ser pionero del aborto, de practicar más de 75.000, entre ellos el de su propio hijo, se convirtió en el «gran defensor de los bebés». “Quienes le conocíamos bien – dijo al periódicoJoan Andrews Bell, activista pro-vida-, sabíamos que sentía un dolor profundo por lo que había hecho en su época de abortista. Recuerdo que ayunaba a menudo como penitencia y reparación por ello". ¿Qué pasó? Él mismo lo cuenta: “Ahí es donde yo cambié de opinión, a partir de las fetoscopias y los estudios de ultrasonido”, que le permitieron darse cuenta de que “ el feto es un miembro de nuestra especie”, especialmente al observarle el corazón. Entonces se planteó "qué era lo que estábamos haciendo verdaderamente en la clínica”. Nathanson pasó del ateismo al catolicismo, en Nueva York, después de varios años de militancia provida, él que habíaimpulsado el aborto libre y legal, criticado y rechazado las ideas de los movimientos pro-vida y fundado en 1969 la Asociación Nacional para la Revocación de las Leyes contra el Aborto (más tarde llamada Liga Nacional para la Acción por el Derecho al Aborto). Ojalá su vida a favor de la vida sirviera de ejemplo a los que estudiaron para sanar pero se dedican, por dinero, a eliminar vidas de pobres niños por nacer.
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