A Coruña, 30 de marzo de 2011 | Cartas al Director | Suso do Madrid
Algunos han aprovechado el caso de la profanación de la capilla del Campus de Somosaguas para sembrar la confusión sobre el papel de las capellanías en las universidades del Estado. Así se oscurece la esencia misma de la Universidad, un lugar en que la búsqueda y la afirmación de la verdad sobre el hombre, sobre el mundo y sobre Dios, es condición de su existencia. Y es que resultan aún más incomprensibles a la recta razón y al sentido ético natural, los actos que bajo pretexto de libertad de expresión o de reivindicación ideológica se han realizado en esta capilla, hiriendo la sensibilidad religiosa de quienes profesan la fe en Cristo, de la que participa la mayor parte de nuestro pueblo.
La declaración de Somosaguas, firmada por más de quinientos profesores y personal universitario, señala que la Universidad debe ser un espacio de libertad y concordia, donde se respeten todos los derechos legítimos que reconoce nuestra Constitución. Pienso que menos no se puede pedir a esta Institución y a sus responsables.
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