SALT (Girona), 4 de marzo de 2011 | Cartas al Director | Valentín Abelenda Carrillo
En el mensaje por la 97 Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, publicado bajo el lema 'una sola familia humana', Benedicto XVI manifestó que "el bien común universal abarca toda la familia de los pueblos, por encima de cualquier egoísmo nacionalista",
Además, destacó que el fenómeno de la globalización no es sólo un "proceso socioeconómico", sino que conlleva "una humanidad más interrelacionada, que supera fronteras geográficas y culturales". Según explicó Benedicto XVI, los emigrantes y las poblaciones de acogida "forman parte de una sola familia" y, por ello, todos tienen el mismo derecho a disfrutar de "los bienes de la tierra, cuyo destino es universal".
Sin embargo, hay que reconocer, y en eso también está de acuerdo el Papa, que los estados tienen el derecho de regular "los flujos migratorios y defender sus fronteras", aunque ha pedido a los países de acogida que respeten "la dignidad de toda persona", en especial de los emigrantes.
Además, el Papa manifestó su interés por los estudiantes extranjeros e internacionales "que son también una realidad del fenómeno migratorio" y constituyen "puentes culturales y económicos". Según destacó Benedicto XVI, de las instituciones educativas dependen en gran medida la capacidad de los estudiantes de "mirar a la humanidad como a una familia llamada a estar unida en la diversidad".
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