Santa Cruz de Tenerife, 28 de mayo de 2011 | Cultura - Libros| ASSOPRESS
Tuvo lugar la presentación, el pasado Miércoles, 25 de mayo a las 20.30 horas en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife totalmente llenó. Intervinieron: Antonio Bello, concejal del Ayuntamiento (el más veterano, ininterrumpidamente en el consistorio desde 1979, y que dijo que tal vez era éste su último acto como edil tras 32 años).
Emilio Abad Ripoll, General de Artillería, Ex Jefe del Centro de Historia y Cultura Militar del Mando de Canarias y Presidente de la Tertulia de "Amigos del 25 de Julio". Jesús Villanueva Jiménez, autor de la novela presentada, “El fuego de bronce”; Carmelo López-Arias, editor de LibrosLibres.
Jesús Villanueva trenza en El fuego de bronce una trama vigorosa, repleta de personajes cercanos y creíbles, sobre la defensa de Tenerife en 1797 frente al almirante Nelson, que sufrió la única derrota de su legendaria carrera.
El 25 de julio de 1797 se libró en Santa Cruz de Tenerife una batalla decisiva que, sin embargo, no ha pasado a los libros de Historia con la atención debida.
La poderosa Armada británica, dueña del Atlántico porque la española estaba en ese momento cercada en las costas peninsulares, asaltó la isla de Tenerife, sede de la guarnición que defendía las Islas Canarias, con la intención de conquistar después todas ellas y crear un nuevo Gibraltar humillante para España.
Así consta en las cartas que se cruzó el almirante Horatio Nelson con sus superiores antes del enfrentamiento, que preveían sencillo y rápido. No en vano, ocho buques de guerra y más de dos mil soldados británicos profesionales iban a enfrentarse a trescientos soldados españoles y novecientos integrantes de milicias ciudadanas y campesinas mal armadas y sin experiencia.
Pero nada saldría como estaba previsto. La Royal Navy fue derrotada y perdió las dos únicas banderas de combate que ha cedido en acción de guerra, conservadas hoy en el tinerfeño museo de Almeyda. Nelson sufrió la única derrota de su brillante expediente militar, y además perdió un brazo que le arrancó el cañón El Tigre, pesadilla de los ingleses en la madrugada fatal en la que desembarcaron en la ciudad, donde fueron cercados tras horas de intensa lucha, y obligados a capitular.
El general Gutiérrez, al mando de una defensa que había preparado con esmero, se convirtió en un héroe que no ha recibido la recompensa del recuerdo.
Jesús Villanueva Jiménez ha escrito El fuego de bronce para que estos hechos salgan del olvido en que se hallan fuera de Tenerife, e incluso en la isla, y los defensores de la plaza, el pueblo tinerfeño con el concurso de soldados procedentes de todas partes de España, reciban el homenaje que merecen.
Lo consigue mediante una trama coral en torno a un joven grancanario que llega a Santa Cruz huyendo de su pasado, y en los meses previos y posteriores a la Gesta del 25 de Julio conocerá los límites de la amistad, el amor y la lealtad.
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