Girona, 21 de mayo de 2011 | Cartas al Director |Jesús D Mez Madrid
Los acampados en la Puerta del Sol han cumplido su quinto día de protestas y tras conocer la decisión de la Junta Electoral Central de prohibir las manifestaciones del día de reflexión, no sólo no depusieron su actitud sino que advirtieron que mantendrán las concentraciones en toda España y así lo han hecho, sin que se tengan noticias de la autoridad gubernativa, que asiste entre complaciente y paternal a la ilegalidad que supone la ocupación del centro neurálgico de la capital de España.
El Gobierno ha justificado su pasividad ante la movilización antisistema y de ultraizquierda en un discurso que no encaja en un Estado de Derecho. El vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, principal responsable de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, explicó que “la Policía busca resolver los problemas y no crear más”. Que los responsables de la seguridad renuncien a preservarla es un hecho grave.
Las leyes están para cumplirlas y la Junta Electoral Central dictó en este sentido una resolución y un mandato clarísimos, que no han sido revocados por otros tribunales, que fueron incumplidos en un acto de desobediencia, acto al que la autoridad competente no ha hecho nada para hacerla cumplir. Mientras tanto al Presidente, Zapatero, no se le ha visto, ¿Tendrán razón los que han dicho que está detrás? Pienso que en este caso la desobediencia es doble ya que desobedecen los acampados y quien manda en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
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