Canarias, 16 de junio de 2011 |Sanidad | Gabinete de Prensa.
La Sanidad Pública esta en el Estado español ampliamente descentralizada. Desde 2001 son las CCAA las que tienen competencias sobre su gestión y por lo tanto la política de estas tiene una influencia determinante sobre el funcionamiento del sistema sanitario público y en las prestaciones que finalmente reciben los ciudadanos.
Es evidente que convendría mantener unos sistemas de coordinación y cohesión que evitasen el que los resultados electorales acabaran distorsionando la política sanitaria y el acceso real de los ciudadanos a unas prestaciones de calidad, pero el hecho real es que no es así y que las tendencias centrifugas han primado sobre la necesidad de una política de salud ý una marco organizativo común, tanto por la falta de intereses de las CCAA en que sea posible (tarea esta en la que han destacado las gobernadas por el PP), como por la ausencia de implicación del Ministerio de Sanidad que no ha utilizado los instrumentos que tiene, aunque sean limitados, para garantizar el modelo sanitario que define la Ley General de Sanidad.
Está clara por lo tanto la importancia del resultado de las elecciones autonómicas en el funcionamiento del sistema sanitario, máxime cuando estamos viviendo una situación especialmente critica en la que los poderes económicos están intentando rentabilizar la crisis económica para desmantelar los servicios públicos.
Es bien conocido que la salud es uno de los pilares básicos del estado del bienestar y que el gasto sanitario es una parte muy importante de los presupuestos de las CCAA (entre el 30 y el 40% de los mismos), así como que tiene una gran capacidad para activar la economía, como generador de empleo y fomentando la cohesión social y territorial, y es precisamente esta importancia presupuestaria lo que la convierte en un objeto del deseo de las empresas que quieren hacerse con una parte cada vez mayor del mercado sanitario, y a la vez, en una fuente de problemas para los gobiernos autonómicos, especialmente en momentos de restricciones.
El resultado de las elecciones autonómicas y municipales es una mala noticia para la Sanidad Pública. El aumento de CCAA gobernadas por el PP en el contexto de la actual crisis económica es indiscutiblemente el anuncio de una agresiva política de privatizaciones y recortes en el sistema sanitario público, a pesar de que estas actuaciones han producido un importante deterioro de los sistemas sanitarios de comunidades autónomas como Madrid o Valencia.
Tampoco conviene olvidar las presiones de los intereses económicos para privatizar, aún mas el sistema sanitario, ahí están los múltiples informes patrocinados por la industria farmacéutica y del aseguramiento (el último el de AT Kearney) que en el fondo proponen todos lo mismo, un aumento de la privatización del sistema comenzando por los copagos, siguiendo con un aumento de las llamadas colaboraciones público- privadas, y acabando con una presencia mayor y mas agresiva del aseguramiento privado (eso si subvencionado o directamente financiado con fondos públicos).
Desde hace tiempo algunos estamos intentando contrarrestar esta marea que se comporta en el mejor estilo de las campañas de marketing: se escogen 2 o 3 eslogan sencillos y sonoros, si es posible con un contenido un tanto apocalíptico aún mejor, y se repiten hasta el aburrimiento sin mucha argumentación hasta que se reconocen como algo obvio (el sistema es insostenible, como es gratis se utiliza abusivamente, el copago es necesario, lo privado es mas eficiente). Aunque hemos hecho esfuerzos, la realidad es que el control mediático y la disparidad de fuerzas juegan en nuestra contra. Aún así se han mantenido dignamente las posiciones a favor de la Sanidad Pública evitando que los propagandistas de la privatización ocupen todo el terreno ideológico – mediático. Esta es una tarea muy importante en la que hay que continuar los esfuerzos.
Las tareas en defensa de la Sanidad Pública
Esta claro que nos esperan años muy duros en los que las ofensivas privatizadoras van a tener cada vez mas presencia pública, audiencia y capacidad de convertirse en hechos. Hasta hora hemos estado sufriendo una estrategia lenta y muy pegada al terreno de avances continuos. Tenemos, probablemente, un tiempo de tregua, porque parece razonable pensar que el PP espere a las próximas elecciones generales para poner en marcha su política privatizadora, aunque algunos medios e intereses económicos tienen mucha prisa para imponer el desmantelamiento del sistema sanitario público.
¿Como se realizara esta política?. Hay cuatro frentes claros: recortes en la Sanidad Pública con la excusa de la crisis y la insostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS), copagos supuestamente para frenar la mala utilización, profundizar el recurso a las concesiones administrativas y las PFI a la hora de poner en marcha infraestructuras, y primar el aseguramiento privado, probablemente vía desgravaciones fiscales. En cualquier caso el objetivo esta claro: alejar del sistema sanitario público a las personas con mas recursos y dejar a este convertido en un sistema de beneficencia.
¿Qué podemos hacer?. La estrategia debe ser a medio plazo, aparte de las intervenciones a corto a las que nos veremos forzados (respuestas ante agresiones concretas), ¿Cómo hacerlo?: pegándonos al terreno, siendo persistentes, generando alternativas concretas, no despreciando los avances parciales y estableciendo alianzas. Debemos considerar cinco áreas de intervención:
1) Científico/Técnica, desmontando el discurso ideológico que ampara las privatizaciones y analizando sus repercusiones, diseñando alternativas operativas.
2) Profesional, recuperando la hegemonía en el sector para lo que es preciso buscar un discurso también en lo profesional y plantear alternativas a los problemas concretos.
3) Social, buscando movilizaciones que deben ser: unitarias, amplias, sin sectarismos, sin protagonismos, buscando denominadores comunes y sustentándolas en reivindicaciones concretas Hay amplia experiencia en la participación en organismos unitarios, el caso mas exitoso y conocido es el de Galicia, pero hay también experiencias muy positivas en Canarias y Murcia. A nivel sindical es muy importante que los sindicatos, incorporen en el centro de su estrategia los temas sanitarios porque se trata no solo de un salario diferido, sino sobre todo de un sistema de solidaridad social y de garantía de unas condiciones mínimas para la ciudadanía en momentos de crisis.
4) Internacional. En todo caso hay que ser conscientes de que cualquier estrategia a medio-largo plazo necesita de un planteamiento como mínimo a nivel europeo, en este ámbito un objetivo importante debería ser la consecución de una carta de derecho a la salud de la ciudadanía europea, en cuya consecución ya se han dado algunos pasos.
Existe un enorme espacio, no sólo para dar impulso al SNS lo cual es obviamente positivo, sino para que la argumentada defensa del mismo y su cohesión autonómica, sirva para acercar a la ciudadanía a posiciones progresistas a pesar de la creciente campaña mediática de confusión. Una potente y bien explicada política a favor del SNS es a la vez una vital herramienta que permita a la ciudadanía tanto una intervención concienciada en las próximas elecciones, como en la defensa del estado del bienestar ante las agresiones que son previsibles en el corto-medio plazo. Nos estamos jugando mucho y conviene que lo tengamos en cuenta.
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