Girona, 3 de junio de 2011 | Cartas al Director | Jaume Catalán Díaz
Lo cierto es que la indignación ciudadana tiene muchas causas y son muchos más los que han preferido mostrarla en las urnas de una manera más democrática que los “indignados” de la Puerta del Sol o de la Plaza Cataluña. La mayoría social quiere un cambio de rumbo en la política del país y no solo por el paro y la crisis sino porque el proyecto de Zapatero, asumido por todo el partido socialista, ha sido esencialmente sectario y ha roto la cohesión social al extremo de haber dinamitado la cultura del consenso en los grandes temas sociales, que tan valiosa hubiera sido para luchar contra la crisis.
Precisamente otros movimientos cívicos que no han acampado en Sol pero que reclaman políticas sociales más justas, le están recordando ya al Partido Popular que ahora tiene la oportunidad de demostrar su coherencia en defensa de la vida, la familia y la libertad de educación en las autonomías donde gobernará. Lo dramático es que, de momento, ningún análisis de los que está haciendo el Partido Socialista para recuperar la confianza de la sociedad, tiene en cuenta el remedio de la división generada por su radicalismo ideológico. La crisis sólo podrá afrontarse desde el consenso, y no sólo sobre las duras reformas económicas que nos esperan, sino sobre nuestros valores morales, sobre la cultura compartida que nos puede permitir construir juntos el futuro.
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