A Coruña,1 de junio de 2011 | Cartas al Director | Suso do Madrid
En la situación de la economía española un mínimo de altura de miras aconsejaría a Zapatero buscar la ayuda del Partido Popular para afrontar lo que acaso sea la fase más aguda de la crisis económica. Pero ya ha anunciado todo lo contrario: que seguirá con las mismas alianzas que han permitido, entre otras cosas, que Bildu esté en las instituciones al tiempo que ha suscitado una desconfianza generalizada en su capacidad de gobernar. En todo caso se abre ahora una nueva etapa en la vida política española y ¡ojalá! figure en ella la renovación del PSOE como un partido de corte europeo, alejado del radicalismo cultural y del laicismo, sin nostalgias del pasado.
Esa sería una buena noticia para todos, aunque con el delfín que ha propuesto para sucederle no cabe esperar grandes cambios con visión de Estado, el objetivo no es España sino mantener el poder. Los dos proyectos de ley que el Gobierno ha aprobado y que mandarán a las cortes no están en la línea de evitar la división, el radicalismo ni el laicismo, sino orientadas a buscar el voto radical. Desgraciadamente tendremos un Gobierno de bajos vuelos.
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