El pasado sábado, 2 de julio, el Colectivo Turcón organizó una ruta guiada al litoral de Telde, desde Jinámar a la Playa de La Garita. La visita se inició en el entorno de La Noria de Jinámar. Esta infraestructura de carácter hidráulico data de mediados del siglo XIX y hay que buscar su origen en Francia, a donde se desplazó Don Agustín del Castillo y Bethencourt, IV Conde de la Vega Grande de Guadalupe, para ver el funcionamiento de estos ingenios mecánicos. Se construyó para dotar de agua de riego a su cortijo del Valle de Jinámar, teniéndose las primeras referencias de funcionamiento en 1850 (http://www.iesfernandosagaseta.org/comunidad/index.php?option=com_docman&task=doc_download&gid=141).
Se trata del ingenio hidráulico histórico para extracción de agua de pozos más importante de Canarias. Consta de cinco elementos bien definidos: el pozo (13,9 m de profundidad y 6 m de diámetro y 2 kilométricas galerías), las obras de fábrica (una torre en mampostería ordinaria y cantería azul cubierta de un armazón de madera y las dependencias anexas), el mecanismo de elevación de las aguas situado dentro de la torre y el pozo (malacate, cigüeñales, varillas, bombas de pistón y tuberías), el estanque regulador también anexo a la obra de fábrica y las canalizaciones que alcanzaban el fértil valle de Jinámar (http://www.estodotuyo.com/2010/06/17/la-noria-de-jinamar).
Lamentablemente el parque asociado a la Noria da sensación de abandono y falta de gestión. De hecho algunas de las obras de acceso al Centro Comercial El Mirador ha inutilizado los accesos y aparcamientos de acceso a La Noria, recientemente restaurada.
El recorrido continuó por el Sitio de Interés Científico de Jinámar. El área protegida constituye la única localidad conocida de un endemismo muy amenazado, la hierbamuda (Lotus kunkelii). Esta especie forma parte de las comunidades psamófilas-halófila, que requieren suelos arenosos y algo salinos. Pudimos encontrar algunos ejemplares.También hay presencia de otras especies vegetales como balancones (Traganum moquinii), siempreviva (Limonium pectinatum), uvilla de mar (Zygophyllum fontanesii), el salado (Schizogyne sericea), lechuga de mar (Astydamia latifolia) o el tarajal (Tamarix canariensis). Llamaba laatención que en un lugar aparentemente tan desalado, cada metro cuadrado parecía un pequeño jardín botánico por la cantidad y diversidad de especies vegetales autóctonas adaptadas a estos ambientes. En esta zona se encuentran también restos subfósiles marinos de una antigua playa levantada (http://www.gobiernodecanarias.org/cmayot/espaciosnaturales/espaciosnaturales/grancanaria/c29.html).
Desde este enclave pudimos explicar los casos de corrupción urbanística e irregularidades asociadas a los centros comerciales de Las Terrazas y El Mirador, aparte de hablar de la idea original del proyecto del Parque Marítimo de Jinámar y de cómo se pervertió por parte de los políticos y los intereses económicos especulativos y particulares de Promociones Horneras y Eroski. También tuvimos la oportunidad debatir sobre el modelo de comercio depredador que instaruran los grandes centros comerciales, apoyados por prácticamente todos los políticos, y que no hacen más que perjudicar a las pymes y destruir empleo de calidad.
De esta manera continuamos por la Playa de Bocabarranco de Jinámar o de La Condesa, como algunos la denominan, para observar las obras de restauración que se están acometiendo en la zona y que esperan que con el tiempo se restaure el campo de dunas que antiguamente existía en toda el área. Visitamos Punta de Sardina, la Playa de La Restinga y el yacimiento arqueológico del Llano de Las Brujas y de La Restinga. Este extenso poblado prehispanico de casas de piedra está formado por construcciones con una función doméstica, otras como túmulos funerarios, y algunas que pudieron ser utilizada como graneros. En el Llano de Las Brujas, las construcciones se superponen, lo que pone de manifiesto su uso prolongado en el tiempo (http://portal.grancanaria.com/portal/bic.path?codcontenido=18744). La falta de interés y gestión pública hace que hyan numerosos usos superpuestos y en el enclave se encuentre bastante deteriorado.
El siguiente punto de parada fue la playa de Bocabarranco de Telde donde pudimos comprobar el efecto de los vertidos de aguas residuales sin depurar. La zona industrial de Bocabarranco ofreció la imagen tétrica de la jornada con numerosas infraestructuras en estado de ruina y depósito de residuos y escombros que llegan hasta el mar.
En los riscos del Malpaso pudimos disfrutar de la belleza de los acantilados de esta parte del litoral de Telde y cómo se impide el recorrido por el litoral debido al urbanismo exagerado. A continuación visitamos el área del Barranquillo, playa de Los Palos y San Borondón.
Finalmente el recorrido terminó en el yacimiento arqueológico de la Playa de La Garita, también en estado de abandono y sin paneles interpretativos.
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