La fuerza de los hacktivistas reside en la cantidad de hackers implicados. Su objetivo no es económico, lo hacen por diversión
Anonymous y LulzSec ponen de manifiesto la evolución y el poder del hacktivismo en la actualidad
Madrid, 23 de agosto de 2011 | Seguridad - Internet | Gabinete de Prensa.
El anuncio del fin de Facebook, el cierre del metro de San Francisco o los ciberataques a la CIA demuestran que el hacktivismo no tiene límites. En los próximos meses seguiremos desayunando con noticias sobre la nueva oleada de hacktivismo, que acabará asentándose en países de todo el mundo.
Según señalan expertos analistas de Kaspersky Lab, la fuerza de los hacktivistas reside no tanto en su grado de profesionalidad, sino en la cantidad de hackers participantes: no todos los sitios web están preparados para resistir bajo el empuje de una multitud.
La cantidad de hacktivistas crece motivados por la sensación de anonimato e impunidad por las acciones ejecutadas que ofrece la Red. Los gobiernos de diferentes países están interesados en aplacar al movimiento de los “hacktivistas”, lo que puede desembocar en el endurecimiento de la pena por delitos informáticos, entre ellos los ataques DDoS, así como en la firma de acuerdos de colaboración e intercambio de información entre diferentes países durante las investigaciones.
En el segundo trimestre de 2011 apareció en escena el grupo LulzSec, que en 50 días logró irrumpir en varios sistemas y hacer pública información personal de decenas de miles de usuarios. Al igual que Anonymous, las acciones de LulzSec no tenían motivación económica. Los representantes del grupo afirman que entraron en los servidores de las compañías sólo por diversión. A diferencia de Anonymous, el nuevo grupo hizo un uso más activo de los medios sociales, entre ellos Twitter, para anunciar al mundo sus hazañas.
Consecuencias legales
Estuvieron expuestas a los ataques de LulzSec tanto las grandes compañías, como Sony, EA, AOL; como organismos gubernamentales: el senado de EEUU, la CIA, la SOCA inglesa, etc. La información que cayó en manos LulzSec a consecuencia de los ataques se publicó en su página web y luego se extendió en las redes torrent. En la mayoría de los casos se trataba de los datos personales de los usuarios.
Por supuesto, todos estos ataques llamaron la atención de las agencias del orden público. En España arrestaron a tres personas y en Turquía 32 personas más están bajo sospecha por haber participado en los ataques organizados por el grupo Anonymous. A finales de junio LulzSec anunció su disolución. Es posible que una de las razones hayan sido las investigaciones que se están realizando en varios países con el objetivo determinar quiénes son los miembros del grupo y detenerlos. La revelación de datos, que a primera vista no guarda ninguna relación con dinero, puede tener consecuencias tangibles para los usuarios, incluso de carácter financiero. Los datos publicados pueden despertar el interés de los delincuentes que actúan en el mundo real.
Los administradores de sistemas de las grandes compañías y de las organizaciones estatales deben revisar sus sistemas de seguridad, porque en caso contrario la siguiente oleada de "hacktivistas" puede alcanzarles a ellos también.
Más información. http://www.viruslist.com/sp/analysis?pubid=207271138#10
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