A Coruña, 3 de agosto de 2011 | Cartas al Director | Suso do Madrid
La presencia de una violencia tan intensa en sociedades avanzadas que han alcanzado los más altos niveles de desarrollo obliga a preguntarse por sus fundamentos. Las ideologías, del origen que sean, fomentan una falta de respeto por la dignidad de la persona. La reducción del hombre a puro momento efímero de la historia, destello entre la nada anterior al nacimiento y a su muerte, favorece la justificación de una violencia con resultados que a todos nos escandalizan. ¿No les parece que bajo un aparente paraíso se esconden en ocasiones amenazas que tienen como raíz la cultura de la muerte?
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