Girona, 21 de septiembre de 2011 |Cartas al Director | Jesús Domingo Martínez
“El Príncipe de Liechtenstein está dispuesto a ejercer su derecho a veto si en su país se plantea una ley de aborto” era noticia en algunos medios a primeros de mes. Recuerdo que el rey Balduino en Bélgica hizo una cosa parecido, abdicó jugándose el trono.
Pues bien, en junio el Parlamento de Liechtenstein rechazó la despenalización del aborto hasta la semana 12 de embarazo por 35 votos en contra y 7 a favor. Sin embargo, según los abortistas han convocado un referéndum popular. Consecuente con su condición de católico practicante, el monarca, el príncipe Alois, ha anunciado que "no consentirá la despenalización del aborto, en especial de niños discapacitados". Si la propuesta saliera adelante, ejercería su derecho a veto e impediría que entrase en vigor. Sin duda, es un buen ejemplo de coherencia y una satisfacción para los que queremos se respeten los Derechos Humanos de todos, también de los no nacidos y, especialmente para los políticos y gobernantes.
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