SALT (Girona), 09 de noviembre de 2011 | Cartas al Director | Valentín Abelenda Carrillo
Un grupo de investigadores en el Reino Unido demostraron con una exploración 4-D, que un feto de 17 semanas de gestación puede experimentar sentimientos como la felicidad y el dolor. Aun así, el profesor Eric Jauniaux, de la University College, dijo que en esta etapa el feto no puede demostrar sentimientos porque todavía está en un periodo de inconsciencia. Dijo que "la evidencia del dolor y el sentimiento se percibe en 24 o 28 semanas. A los 17 semanas, la conexión entre el cerebro y el resto del cuerpo tiende a ser limitada". El feto mide por entonces apenas 13 centímetros. Aunque el profesor es experto en temas ginecológicos y obstetras, dice que no sabe lo que causó la sonrisa, y la atribuye a una secuencia que incluye el bostezo, algunos movimientos respiratorios y la abertura de sus párpados. Es la sonrisa de un feto. Un niño que ríe porque va a nacer. La criatura inocente no sabe que aquí fuera, en el mundo, se hacen leyes para que no nazcan, para que no sonrían. Leyes que dan ganas de llorar. Sonrisas que cambiarán el mundo.
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