Girona, 19 de febrero de 2012 / Cartas al Director / Enric Barrull Casals.
Tras afirmar que la verdadera crisis de la Iglesia en el mundo occidental es una crisis de fe, y que si no se llega a una verdadera renovación en la fe, toda reforma estructural será ineficaz, Benedicto XVI aludió nuevamente a las personas que les falta la experiencia de la bondad de Dios aludiendo a la búsqueda de nuevos caminos de evangelización, que se pueden dar en ámbitos que aunque puedan ser reducidos son capaces de actuar un nuevo acercamiento de la Iglesia a la sociedad:
“Estamos llamados a buscar nuevos caminos de evangelización, caminos que podrían ser pequeñas comunidades donde se vive la amistad que se profundiza regularmente en la adoración comunitaria de Dios. Aquí hay personas que hablan de sus pequeñas experiencias de fe en su puesto de trabajo y en el ámbito familiar o de los conocidos, testimoniando de este modo un nuevo acercamiento de la Iglesia a la sociedad. A ellos les resulta claro que todos tienen necesidad de este alimento de amor, de la amistad concreta con los otros y con Dios. Pero sigue siendo importante la relación con la sabia vital de la Eucaristía, porque sin Cristo no podemos hacer nada (cf. Jn 15, 5). Queridos hermanos y hermanas, que el Señor nos indique el camino para ser siempre luz del mundo y para mostrar a nuestro prójimo el camino hacia el manantial donde pueden satisfacer su más profundo deseo de vida”. Puede ser un mensaje para profundizar durante la Cuaresma que está a punto de comenzar.
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