Valencia (España), 20 de mayo de 2012 / Cartas al Director / Isabel Plana
Obama pasará a la historia como el Nobel de la Paz que convocó al mundo a una guerra mundial, desde un EEUU en bancarrota y una Europa asfixiada por la crisis. ¿Es que el sufrimiento, el hambre y las matanzas son patrimonio de la paz? Pero el objetivo de Obama es la tercera reserva del mundo de petróleo iraní y no su arsenal nuclear, pues también India, China, Rusia, Paquistán o Corea poseen dichas armas. Su segundo objetivo, como fiel siervo del Nuevo Orden Mundial, es llegar al orden por el caos, es decir, al control total de los recursos y la población reduciendo ésta drásticamente promoviendo una gran guerra. La élite que dirige los destinos del mundo se ocultará en bunkers subterráneos mientras la gente se mata por encima de sus cabezas. Sin embargo, existe un Dios que nos está advirtiendo a través de una oleada de nuevos profetas (John Leary, Mary Divine Mercy, Luz de María, Pedro Regis…) del terrible futuro que se avecina y de cómo detenerlo. Pero sus llamadas a acoger sus 10 Mandamientos no han encontrado eco y así sólo sus seguidores serán protegidos del conjunto de cataclismos que se avecinan. La humanidad, como en tiempos de Noé, será purificada y los crueles colaborarán a separar el trigo de la cizaña.
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