Olot (Girona), 6 de mayo de 2012 / Cartas al Director / JD Mez Madrid.
Que Alfredo Pérez Rubalcaba se siga comportando como si aún estuviera en campaña electoral, causaría hilaridad si la situación de España no fuera tan grave como para tener que recordar que hay cosas con la que no conviene jugar ni reírse. En la clausura del décimo Congreso Regional del Partido Socialista Navarro, Rubalcaba se atrevió a decir que el Gobierno es como un equipo de demolición desordenado pero trabajando todos en la misma dirección, que está gobernando con un desprecio absoluto y que está rompiendo consensos fundamentales.
Ante una afirmación así cabe preguntar: ¿A qué “consensos” se refiere quién ha sido uno de los máximos responsables de que durante las dos últimas legislaturas el Gobierno socialista de Zapatero se hayan quebrado los consensos que en la Transición política posibilitaron la configuración del Estado tal y como lo habíamos conocido durante 30 años? ¿Cómo puede hablar con tal descaro del Estado del Bienestar y de derechos laborales quien ha sido uno de los máximos responsables de que España camine hacia el precipicio de los 6 millones de parados?
Es verdad que Pérez Rubalcaba no hace sino seguir el guión que él mismo ha trazado desde el primer día de oposición. El PSOE no ha apoyado al Gobierno ni en los momentos más difíciles. Y Rubalcaba, con su actitud, vuelve a ser por desgracia el mejor ejemplo de una oposición irresponsable, que lleva a algunos dirigentes socialistas a supeditar lo que necesita España a lo que ellos creen que necesita el PSOE.
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