A Coruña (Galicia), 18 de agosto de 2012 / Cartas al Director / Suso do Madrid
ETA, que es bueno recordarlo no ha desaparecido, ha hecho un perverso uso propagandístico del caso con la huelga de hambre de más de dos centenares de presos: si el Gobierno no accedía se le acusaba de encarnizamiento y si liberaba al preso la banda se adjudicaba el éxito. Por ello es necesario que la liberación de Uribetxeberría no ponga punto y final a esta historia. Es importante mostrar que el mundo etarra hace bandera de un asesino de particular crueldad, que una vez detenido, quiso dejar morir de hambre a Ortega Lara, antes que facilitar su localización. Pienso que el arrepentimiento, la voluntad de reparación y la colaboración con la Justicia deben ser la llave para cualquier beneficio personal. De lo contrario, el núcleo duro de la banda mantendrá el control sobre los presos.
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