Palafrugell (Girona), 28 de agosto de 2012 / Cartas al Director / José Morales Martín
A través de los medios de comunicación y de Internet he seguido el caso del Ecce Homo de Borja y el estropicio que ha hecho la Sra. Cecilia. Pobre mujer. Le han caído palos de todos los colores y España, también países vecinos, se ríe de ella por haber intentado con toda su buena voluntad arreglar el fresco de un Cristo en la iglesia de su pueblo. Cierto que se presta al chiste sobre todo por aquello de “lo ha dejado hecho un Ecce Homo”. No obstante creo que nos debamos hacer la pregunta ¿Es un asunto de tal gravedad que merezca la bola que los medios de comunicación le están dado? ¿Acaso no las han armado pardas otro tipo de delincuentes, en su mayor parte de guante blanco y hemos callado? Recuerdo el robo de la imagen central de Mosaico dedicado a Baco de Baños de Valdearados.
Pienso que no solo se ha caído, con la cara de Paquirri o de otros personajes, en el ridículo sino también en la irreverencia, eso está fuera de lugar y todo ello fruto de la exageración que convierte en noticia internacional una anécdota. El problema y lo que debía ser noticia es la falta de vigilancia y cuidado del patrimonio. El descuido, en esta ocasión se ha cargado una obra relativamente importante aunque secundaria, pero todos los días la indiferencia, la incompetencia o la ignorancia acaban perjudicando a cientos de piezas artísticas, he mencionado la de Baños de Valdearados, dispersas por los pueblos hispanos.
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