San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria), 24 de agosto de 2012 / Fiestas / Gabinete de Prensa.
Este viernes, en un jornada
que amenazaba un calor sofocante pero que sin embargo se tornó templada por una
lluvia débil y discreta, las autoridades locales y los vecinos de Tirajana
rindieron el tributo anual al apóstol San Bartolomé, patrón del municipio, en
el transcurso de una celebración religiosa que fue oficiada en la Iglesia del
casco histórico de Tunte por el párroco Santiago Quintana Quintana.
En la ceremonia institucional,
que se inició a las doce del mediodía con el tradicional repique festivo de las
campanas del templo, participaron la práctica totalidad de los concejales del
gobierno municipal liderado por el alcalde Marco Aurelio Pérez y también cuatro
de NC, pero no asistieron ninguno de los ediles del PSOE ni tampoco de
Compromiso.
El párroco destacó en su
homilía “la fe, honestidad y coherencia que caracterizaron al apóstol San
Bartolomé”, al que se atribuyen largos viajes de predicación del evangelio en
zonas de oriente como la India y Armenia, y destacó “la necesidad social de
recuperar dichas condiciones para superar la actual crisis”, de la que inculpó
a “la mala gestión de los poderosos” y a “las mentiras en la que se han
parapetado muchas empresas”.
También destacó el párroco “la
gran preocupación del Papa por la actual ignorancia generalizada que se tiene
sobre el evangelio y el catecismo en un mundo de personas que aspiran a la
consecución de la felicidad por cualquier medio”, y denostó en ese sentido “el
trabajo de los periodistas que denigran los asuntos de fe”.
Tras la celebración religiosa,
de una hora de duración y cantada con ritmos y acordes canarios por los componentes de la Agrupación
‘Aires del Nublo’, los devotos del santo patrón de Tirajana sacaron su imagen
en procesión por las calles del pueblo.
El peregrinaje de los vecinos
y visitantes lo iniciaron como uso y costumbre en los últimos 15 años un grupo
de unas ocho mujeres del pueblo ataviadas de típicas, después de que una traca
corta pero intensa de voladores lanzada desde la plaza-azotea de la Casa del
Cultura diera la señal de partida.
Al término de la procesión se
celebró la llamada ‘Verbena de las lluvias de agosto’ y un sabroso sancocho
tradicional canario con papas, batatas, mojo, cherne y pella de gofio para unos
500 comensales, en cuyo reparto ayudaron el propio alcalde Marco Aurelio Pérez
y los concejales de su gobierno, e incluso el consejero insular de Política
Social y Sociosanitaria, Francisco Santana Melián.
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