Santa Cruz de Tenerife (Canarias), 7 de febrero de 2015 / Políticas - Izquierda Unida Canaria (IUC) / Gabinete de Prensa
Ramón Trujillo, coordinador de Izquierda Unida Canaria (IUC), considera positiva la decisión tomada ayer en el Consejo Universitario de Canarias de no modificar la duración de los grados universitarios en el Archipiélago hasta 2017. “Ahora el reto será revertir definitivamente una reforma de los estudios universitarios que expulsaría a cientos de miles de familias de la universidad, en cuanto las urnas expulsen al Partido Popular del Gobierno”, afirma el portavoz de IUC.
Trujillo afirma que, “al hacer que los estudios universitarios incluyan dos años de másteres, se traslada el coste íntegro de dos años de formación a los estudiantes y sus familias, se ensancha el papel de la universidad privada y se inducen despidos en la pública. Asimismo, se abre la puerta al endeudamiento estudiantil, pues habrá que recurrir a créditos bancarios para costear los estudios, y se expulsa de la universidad a cientos de miles de familias sin capacidad económica para pagar la nueva universidad clasista y excluyente, que ya está desarrollándose, como muestra el incremento en el abandono de los estudios universitarios”.
El coordinador de IUC recuerda que “la universidad ha perdido 1.500 millones de euros de financiación anual desde 2010 y, desde que gobierna el Partido Popular, los fondos destinados a becas se han reducido un 9,3%, al tiempo que ha aumentado el gasto de los hogares en educación”.
“Nos deslizamos hacia un modelo”, prosigue Trujillo, “en el que el acceso a la educación será, cada vez menos, un derecho universal y, cada vez más, algo que dependa de la renta familiar. Una situación que IUC rechaza y se compromete a revertir”.
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