Girona (Cataluña), 22 de marzo de 2015 / Cartas al Director / Enric Barrull Casals
El drama de la reducción de la presencia cristiana en la tierra donde nació y desde la que comenzó a difundirse el cristianismo no atañe solo a los cristianos. Su presencia allí, como ha destacado el Secretario de Estado vaticano, Pietro Parolín, contribuye a la paz y a la democracia. Los católicos, en particular, son como un pequeño rebaño y tienen la vocación de ser levadura en la masa. Esta situación injusta requiere el compromiso de toda la Iglesia, pero también una respuesta adecuada por parte de la Comunidad Internacional que ni puede ni debe mirar para otro lado.
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