Girona (Cataluña), 1 de julio de 2015 / Cartas al Director / Jesús Domingo Martínez.
Ante la grave crisis provocada por el populismo griego, las instituciones de la UE, sobre todo el Banco Central Europeo (BCE), deben permanecer alerta y hacer todo lo posible para garantizar la estabilidad de la moneda común. Los más pesimistas creen que los mercados financieros protagonizarán una semana dramática en lo que al euro se refiere, sólo comparable a la que siguió a la suspensión de pagos de Lehman Brothers en 2008. Por el momento, no queda otra que tratar de capear el temporal lo mejor posible y esperar a que escampe, que lo hará, porque el proyecto europeo es una realidad que trasciende a la crisis griega y a otras que están por venir. Aunque no estaría de más que escarmentáramos en cabeza ajena y aprendiéramos las lecciones que nos enseña esta auténtica tragedia griega. Los gobiernos populistas no son de fiar porque no existen recetas fáciles para los problemas difíciles. Ya va siendo hora de que nos lo creamos.
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