Girona (Cataluña), 25 de julio de 2015 / Carta al Director / Jesús D Mez Madrid
La reelección del holandés Dijsselbloem como Presidente del Eurogrupo ha sido un jarro de agua fría para España, pienso que de Guindos y España lo merecían el cargo. Pero lo verdaderamente lamentable es que resulte imposible plantear lo que es objetivamente bueno para España sin el intercambio de reproches en clave partidista. Que Pedro Sánchez hable ahora de la supuesta irrelevancia de Mariano Rajoy en Europa es cuando menos curioso. Más allá de que sea una evidencia el hecho de que los gobiernos socialdemócratas son actualmente mayoría numérica en el Eurogrupo, y que se haya podido votar en esta clave ideológica, el propio Sánchez, que ahora se rasga las vestiduras, no hizo más que poner piedras en el camino de la candidatura de Luis de Guindos. Mal estaría instrumentalizar de esta forma el mal ajeno, pero peor aún si la cuestión no afecta solo al rival político, sino a todos los españoles.
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