Girona ( Cataluña), 20 de agosto de 2015 / Cartas al Director / Jaume Catalán Díaz
Las catequesis que viene impartiendo el Papa sobre la familia, además de ser una delicia para el oído atento, son todo un compendio de enseñanzas que muestran, en toda su profundidad, las raíces del progreso de la humanidad desde el principio de los tiempos. En la audiencia general del miércoles día 12, el Papa Francisco volvió a deleitar al auditorio, con unas reflexiones sencillas sobre lo que considera las tres dimensiones que marcan el ritmo de la vida familiar. Estas son la fiesta, el trabajo y la oración que, a juicio del Papa, están profundamente entrelazadas. Empezando por el tiempo de la fiesta, que considera sagrado, lo definió como la suspensión del trabajo profesional, lo que le permitió recordar que el hombre y la mujer, hechos a imagen de Dios, no son esclavos del trabajo sino “señores” del mismo.
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