Cord Aguarague (Asunción - Paraguay), 16 de agosto de 2015 / Cartas al Director / Eva N Ferraz
La batalla por la agenda gay ha dejado de ser una lucha sobre “derechos” y ha virado hacia una lucha fraticida. En efecto, después de haber conseguido redefinir el matrimonio, ahora persigue lapidar a los que dicen ser homosexuales no convencidos y buscan volver a la atracción normal entre varón y mujer.
Multas, cierre del negocio y hasta prisión para quienes no transigieron con las demandas de este colectivo que acudían a encargar una tarta nupcial o adornos florales para sus presuntas bodas. Acoso y amenazas a autores de libros de terapias reparadoras homosexuales. Este mes, la C. S de N. Jersey verá el caso de 4 hombres que buscaron este tipo de asesoramiento en A.
Goldberg y E. Berk, a los que ahora demandan. Es parte de una campaña global, encabezada por el Alto Comisionado de la ONU para los DD HH el cual exige junto con Obama, que se prohiba la «terapia de reorientación».
El fin de los derechos de la mayoría comienza en la mayoría consensuada de una minoría, en este caso de aquellos que no quieren seguir la ordenación del plan de Dios sobre la sexualidad humana
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