Girona (Cataluña), 21 de agosto de 2015 / Cartas al Director / Jesús Domingo Martínez
En una catequesis de la audiencia general en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco continuó sus reflexiones sobre la familia, refiriéndose en esta ocasión a la situación de los ancianos en la sociedad actual, incluyendo a los abuelos.
Tras destacar que nuestras sociedades, que suelen basarse en el criterio de la eficacia, no se han adaptado a la realidad que muestra que la vida del hombre se ha prolongado gracias a los avances de la medicina, el Papa Bergoglio afirmó que la cultura del descarte considera a los mayores un peso porque no producen, sino que constituyen una carga y a quienes se los desecha.
De ahí que muchas personas mayores, añadió, vivan con angustia su situación de abandono. En este sentido definió como “perversa” una sociedad sin proximidad, donde la gratuidad y el afecto van desapareciendo. También explicó que la Iglesia siempre ha valorado a los ancianos, dedicando un cuidado especial a esta etapa final de la vida. Por esta razón – dijo Francisco – no se puede tolerar una mentalidad indiferente y de desprecio a los mayores.
Al recordar que los jóvenes de hoy serán los ancianos de mañana, el Santo Padre concluyó diciendo que donde “los ancianos no son respetados, los jóvenes no tienen futuro”.
Recordemos hoy a los ancianos especialmente necesitados que viven solos, enfermos, dependientes de los demás. Que puedan sentir la ternura del Padre a través de la amabilidad y delicadeza de todos.
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