Girona (Cataluña - España), 19 de septiembre de 2015 / Cartas al Director / Jesús Domingo Martínez
Me parece cpnveniente traer a colación, en unos momentos en los que la familia pasa por dificultades institucionales, una conquista monumental para el movimiento profamilia que tuvo lugar a finales del mes de julio en Ginebra, cuando el Consejo de Derechos Humanos aprobó una resolución que pide a los países que tomen medidas concretas para proteger la familia, que se describe en la Declaración Universal de Derechos Humanos como el “elemento natural y fundamental de la sociedad”.
Se trata de la segunda resolución de esta clase en el Consejo de Derechos Humanos (CDH) en el lapso de dos años, tras dos décadas en las que la familia fue considerada extremadamente polémica en la ONU. En 2014, el CDH aprobó una resolución sobre la protección de la familia con 26 votos a favor, 14 en contra, 6 abstenciones y un miembro ausente. La de este año contó con un incremento en la mayoría: 29 a favor, 14 en contra y 4 abstenciones.
La resolución insta a los países a adoptar leyes y políticas con perspectiva de familia, a la vez que reconoce que el grupo familiar enfrenta “cada vez más vulnerabilidades” y exhorta a las organizaciones internacionales a dar la “debida consideración” a la familia en el establecimiento de la agenda de desarrollo mundial post 2015.
Quiero recordar que la resolución tiene en cuenta que la familia es el “entorno natural para el crecimiento y el bienestar de todos sus miembros, particularmente los niños” y que, aunque el Estado es responsable de proteger los derechos humanos de todos, “la familia tiene la responsabilidad primordial de cuidar y proteger a los niños”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario