Girona (Cataluña - España), 03 de enero de 2016 /Cartas al Director / Jaume Catalán Díaz
El Papa Francisco ha señalaba, en el tradicional mensaje “Urbi et orbi” del día de Navidad de 2014, que en nuestro mundo existe un silencio cómplice cuando delante de nosotros sucede el drama de tantos niños asesinados y maltratados, “ya sea aquellos antes de ver la luz, privados del amor generoso de sus padres y sepultados por el egoísmo de una cultura que no ama la vida (aborto), como los desalojados a causa de las guerra y de las persecuciones, abusados y explotados”. La respuesta a esta globalización de la indiferencia, que nace “de la dureza del corazón de muchos hombres y mujeres sumidos en lo mundano”, está en el encuentro con el Niño Jesús nacido en belén, que convierte el poder en servicio, el odio en amor, la destrucción en creatividad.
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