Girona (Cataluña - España), 03 de enero de 2016 / Cartas al Director / Jesús Domingo Martínez
En su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, el Papa Francisco recuerda que la paz es un don de Dios, pero que somos los hombres y mujeres los que estamos llamados a ponerla en práctica. Por eso, en el hermoso documento que el Papa nos regala, se pide vencer la indiferencia para conquistar esa paz que nos parece tan esquiva. Si el mundo se enfrenta hoy ante una crisis migratoria sin parangón desde la II Guerra Mundial, es porque las guerras y el terrorismo se han multiplicado, lo mismo que la pobreza y la miseria que están anulando la dignidad humana ante la indiferencia de quienes viven en la comodidad. Salir de esta indiferencia para encontrar al necesitado, es también una decisión propia del Año de la Misericordia, una decisión que imita el movimiento de Dios hacia nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario