Girona (Cataluña - España), 1 de febrero de 2016 / Carta al Director / Jesús Domingo Martínez
En Europa ha tenido lugar un debilitamiento de la transmisión a las nuevas generaciones de los fundamentos de la civilización occidental. Su origen está en la pérdida de los valores morales en la sociedad. Aunque el fenómeno estudiado por algunos analistas laicos se refiere principalmente a la deriva nihilista de esa parte de la juventud europea que nutre las filas del yihadismo, la conclusión también puede aplicarse a otros fenómenos, como la floración de nuevos partidos extremistas o el radicalismo cultural de algunos medios de comunicación. En todo caso es la sociedad europea, en su conjunto, la que ha dado lugar al actual escenario. Y es en ella donde tiene que nacer un impulso por recuperar su razón, su propia identidad.
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