Girona (Cataluña - España), 07 de marzo de 2016 / Cartas al Director / Jesús Domingo Martínez
Ante la grave crisis provocada por la falta de solidaridad europea para con los refugiados de Siria o Irak, Grecia pedía sanciones para estos socios desleales, Austria y a los países del Este y Sudeste europeo, pero la prioridad es ahora evitar que el tratado de libre circulación en Europa salte definitivamente por los aires. “La política y la diplomacia son el arte de lo posible”, decía el cardenal Marx, presidente de la comisión de episcopados de los países miembros de la Unión. También advertía, sin embargo, de que esta “crisis de solidaridad y confianza” pone en peligro la unidad de Europa, y por tanto la paz en el continente. De Siria a Dinamarca, las Iglesias locales han dado ejemplo coordinando sus esfuerzos en la ayuda a los refugiados. Parece que ese debería ser el modelo para los jefes de Estado y de Gobierno. Solo aquello que suponga poner en el centro la sacralidad de la persona, como pidió el Papa en Estrasburgo, hará avanzar la integración europea.
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