Girona (Cataluña - España), 07 de mayo de 2016 / Cartas al Director / Jesús Domingo Martínez
El Papa Francisco ha vuelto a mostrar, el pasado domingo, su profundo dolor por las dramáticas noticias que nos siguen llegando desde Siria, en particular desde la ciudad de Alepo, donde día tras día aumenta la espiral de violencia que viene a agravar la ya desesperada situación humanitaria del país, y aumenta también las víctimas inocentes, tanto de personas que tienen que salir huyendo del horror como de aquellos que se quedan en el país, en muchos casos niños y enfermos, y los que con gran sacrificio están empeñados en ayudar al prójimo.
Buen ejemplo de ello han sido los bombardeos por parte del ejército sirio a sendos hospitales esta misma semana, en unos actos especialmente execrables por lo que tiene de simbólico atacar hospitales, unos de los pocos reductos de humanidad que quedan, en tiempo de guerra, y en medio de la barbarie.
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