Girona (Cataluña - España), 05 de mayo de 2016 / Cartas al Director / Jesús Domingo Martínez
Hace tiempo que el 1 de mayo –Día del Trabajo- dejó de ser en España un día para la celebración, y este año no ha sido una excepción. De la mano de las exorbitantes tasas de paro y de la precariedad laboral, se ha introducido una sensación generalizada de miedo al futuro que condiciona la vida de millones de personas.
Cáritas aludía a estas situaciones al presentar la pasada semana el informe “Economía y personas”, en el que insistía en que la solución no puede consistir sólo en apostar por el crecimiento económico, porque las desigualdades y situaciones de exclusión social no se arreglarán automáticamente.
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