Madrid (España), 22 de septiembre de 2017 / Noticia ESA / Gabinete de prensa
Esta semana dará comienzo el segundo estudio de reposo en cama de la ESA, en el que se investigarán una serie de antioxidantes y vitaminas que podrían ayudar a los astronautas a combatir los efectos secundarios de vivir en el espacio.
Diez voluntarios permanecerán 60 días en cama, con la cabeza inclinada seis grados hacia abajo y manteniendo al menos un hombro en contacto con la cama en todo momento. Este tipo de reposo en cama intensivo no es nada fácil: se pierde masa muscular y ósea, y la inclinación de las camas hace que la sangre y otros fluidos se vayan a la cabeza: cambios similares a los que los astronautas experimentan en el espacio.
Como todos los animales de la Tierra, los humanos hemos evolucionado para vivir en gravedad; por eso, encontrar formas de mantener la salud en condiciones de ingravidez es importante para poder continuar explorando el Sistema Solar. Para probar nuevos regímenes de ejercicios y dietas, así como para comprender lo que les sucede a los astronautas, la ESA lleva a cabo regularmente estudios de reposo en cama, en los que se simulan los efectos de la gravedad cero en el cuerpo humano.
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